El 2024 cerrará con una caída de la actividad de entre 3 y 2%, pero a la vez dejará un arrastre estadístico de dos puntos para apuntalar el crecimiento del año próximo, que rondará entre el 4 y el 5%.
A lo largo de este año, el Banco Central logró comprar cerca de US$ 20.000 millones en el Mercado Unico y Libre de Cambios, pero solo una parte pasó a reforzar las reservas. El último dato oficial marca que las reservas brutas llegan a US$ 32.550 millones, tras ubicarse en US$ 21.209 millones hace poco más de un año, cuando asumió Javier Milei. Sin embargo, las reservas netas, las que efectivamente puede usar el Central siguen siendo negativas por US$ 4.800 millones.
Con este escenario y la perspectiva de que en 2025 aumenten tanto las importaciones como el pago de deudas y la demanda de divisas por turismo, la incógnita es si Argentina contará con los dólares necesarios para sostener ese crecimiento.
Matías Surt, Economista Jefe de la consultora de Invecq, proyecta para 2025 una expansión de la economía de 3,5%, aunque señala que podría llegar a 4%. “Los drivers serán las exportaciones y la recuperación del consumo dado el proceso de estabilización y el regreso del crédito. Los sectores líderes serán minería y energía”.
Dante Sica, director de Abeceb, asegura que de cara al 2025, “el Gobierno ya tiene los dólares suficientes para cubrir las necesidades por deuda, importaciones y turismo. Esa es la razón por la que baja riesgo país. En 2025 va a costar acumular divisas, pero el Banco Central no va a perder reservas”.
“No veo una preocupación por ese lado. Argentina va a tener en 2025, US$ 92.000 millones de necesidades de dólares y cuando se miran las fuentes, entre lo que hoy tiene acordado está cubierto. Esto sin contar que haya un acuerdo con el Fondo Monetario ni que pueda salir a conseguir fondos frescos”, dice Sica.
Surt plantea que el intercambio comercial de bienes seguirá dando un superávit abultado el año que viene, en la zona de los US$ 15.000 millones. Si bien advierte que los servicios serán claramente deficitarios, apunta que “no llegarán a consumirse todo ese superávit. El punto central está en la continuidad o no del dólar blend“.
El blend o dólar exportador se integra con el 80% del valor del tipo de cambio oficial y el 20% del contado con liqui. Así se llega a una cotización actual de $ 1.053 que si bien es un estímulo para que los exportadores liquiden, a la vez genera que el 20% de las divisas no pasen por el Banco Central, lo que impacta negativamente en la acumulación de reservas.
Surt explica que “mientras exista el blend ese superávit comercial pasa por la brecha y no por el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC). El FMI seguramente ponga como requisito eliminar o disminuir el blend; en busca de que la recuperación no estrangule el MULC. Creo que algo de eso podría ocurrir”.
Otra alternativa es el acuerdo con el FMI, que podría traer para Surt fondos frescos por US$ 10.000 o US$ 15.000 millones. “El mercado internacional quizás esperará un poco más para entrar a que haya señales económicas (cepo) y políticas (validación en elecciones)”.
Martín Rapetti, director de la consultora Equilibra, le pone matices a este optimismo. En una entrevista reciente con Clarín sostuvo que el país “va a una economía deficitaria en el comercio internacional y para sostener el déficit harán falta más exportaciones o financiamiento. Pero tiene que ser un financiamiento sostenible en el tiempo“.
Para Rapetti “hoy existe una borrachera con la energía y minería. No quiero menospreciar el papel que van a jugar estas dos anchas avenidas de generación de dólares pero cuando usted mira los números no se concluye todavía que habrá un flujo de capitales que permita a la economía argentina ser cara en dólares y sostenible en el tiempo con este nivel de productividad”.
Para el 2025, el Gobierno ya anticipó que bajará el crawling peg del 2% mensual al 1%, lo que llevará a profundizar el atraso cambiario. “La Argentina va a necesitar años de superávit en la cuenta corriente para generar esos dólares y además entrada de capitales. Todo eso requiere un dólar más alto”, sostiene Rapetti.