En la misma tendencia que vienen mostrando otras zonas de la ciudad de Córdoba hacia el cierre de 2024 en la serie de notas que realiza Clasificados La Voz, el norte de la capital también comienza a despedir el año de buena manera, con un humor en alza y augurios positivos para lo que sigue a corto y mediano plazo.
Al desglosar de acuerdo al tipo de inmueble para identificar qué ritmo tuvo en el transcurso del año (ya sea en alza de precios como en tiempo para la venta), en lo relacionado a viviendas con seguridad (housing, barrios cerrados y condominios, entre otros productos) se notan grandes movimientos, con alzas promedio en precios que llegan a 10% en dólares en los últimos 12 meses.
“Respecto a viviendas en barrios abiertos todavía no estamos viendo incremento en los valores, pero de a poco sí se están vendiendo a través de créditos hipotecarios. Para que eso tome mayor velocidad, es importante lograr una mejora en la relación salario-cuota. En el sector comercial (entendiendo por eso locales, oficinas y galpones), notamos una importante mejora en la renta: en algunos casos estamos llegando al 5% de rendimiento anual en dólares, lo que podría empezar a seducir al inversor; mientras tanto, notamos que las operaciones de compraventa que se realizaron este año están orientadas a compradores usuarios”, agregó Malbrán.
En materia de expectativas, tal como también vienen mostrando otros actores del mercado, los referentes de la zona norte consideran que 2025 va a ser un gran año para el sector inmobiliario en general.
“Si bien creemos que la evolución será paulatina dependiendo del tipo de inmueble, la oferta irá ajustando alzas en los valores frente a una demanda sostenida en el tiempo para la compra de propiedades. Seguramente, tendremos importantes lanzamientos de proyectos inmobiliarios en zona norte (cosa que no venía sucediendo hace tiempo), consolidación de ventas a través de créditos hipotecarios y la vuelta de los inversores para apostar nuevamente al sector como resguardo de capital”, vaticinó Malbrán.
Con todo, hay un “pero”: para que todo eso suceda, la macroeconomía y la microeconomía tienen que seguir dando señales sólidas estables para el mediano y largo plazo, mostrando que se puede confiar en el país (ya sea para la casa propia, para un negocio personal o simplemente como inversión).
Optimismo y tendencias
“En el mercado inmobiliario notamos este año signos de optimismo y crecimiento. Después de un período de incertidumbre, observamos un aumento en el movimiento de consultas, lo que refleja una consolidación hacia la estabilidad del sector. Uno de los factores clave que impulsaron ese repunte es el acceso a créditos, que sigue siendo un tema central para quienes buscan comprar. Sin embargo, desde un punto de vista económico también notamos que la compra de casas ya construidas (especialmente en proyectos nuevos), se ha vuelto más conveniente, ya que el costo de construcción sigue siendo elevado. Eso hace que adquirir propiedades ya terminadas sea una opción más rentable en comparación con lo que implica edificar desde cero”, explicó Carolina Menéndez, de la firma Sebastián Menéndez Negocios Inmobiliarios.
Otra tendencia que ha ganado fuerza en el último tiempo es la compra de departamentos con fines de inversión (en especial para alquilar) tras la implementación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23 hace un año, que derogó la anterior normativa en esa materia. A partir de ese cambio, los propietarios se han mostrado más convencidos de alquilar sus propiedades, debido a la flexibilidad que brinda el nuevo régimen y a que aporta un escenario favorable.
“En resumen, cerramos este año con una sensación de optimismo en el mercado inmobiliario de la zona norte. Las expectativas para el próximo año son positivas, con un escenario de mayor estabilidad y crecimiento; los créditos son un factor clave para continuar impulsando la actividad”,
concluyó la referente de Sebastián Menéndez Negocios Inmobiliarios.
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