El jefe de seguridad presidencial de Corea del Sur, Park Chong Jun, ha pedido este viernes evitar un derramamiento de sangre cuando las autoridades intenten de nuevo detener al presidente destituido, Yoon Suk Yeol, por la declaración de la ley marcial a principios de diciembre.
“Creo que muchas personas deben estar profundamente preocupadas por la situación actual, por si las agencias gubernamentales se están enfrentando entre sí. No debería haber enfrentamientos físicos ni derramamiento de sangre bajo ninguna circunstancia”, ha manifestado en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Yonhap.
Park, que ha señalado que la investigación “debería proceder de una manera acorde con el estatus de un presidente en funciones”, ha realizado estas declaraciones antes de entrar en la sede de investigación de la Policía de Seúl, donde ha sido interrogado por obstrucción de deberes oficiales al supuestamente bloquear la entrada de los investigadores anticorrupción para que no ejecutaran la orden de detención contra Yoon.
La Justicia de Corea del Sur amplió el martes el plazo para detener a Yoon, varios días después de que el personal de seguridad de la residencia presidencial bloqueara a los agentes entrar en las dependencias, impidiendo su arresto. Tras el fallecido intento de arresto, la seguridad presidencial ha reforzado la residencia oficial instalando alambres de púas y utilizando autobuses para bloquear el acceso al edificio.
Estas órdenes de arresto responden a la negativa de Yoon a cumplir con las citaciones dictadas en su contra para comparecer por lo sucedido el 3 de diciembre tras ser acusado de incitar a la insurrección y abuso de poder por declarar la ley marcial.