Los fuegos que azotan Los Ángeles por cuarto día consecutivo envían señales contradictorias. Por un lado, comienzan a controlarse, después de que el viento comenzara a amainar el viernes. Por otro, aumenta el temor a que el número de víctimas mortales sea más de las 11 contadas hasta el momento, una cifra que es probable que aumente cuando los equipos de rescate puedan buscar entre los escombros. Y mientras tanto, no paran de sucederse las críticas a las autoridades por su respuesta ante esta catástrofe.
En las calles de Altadena, una comunidad al norte de la segunda ciudad más grande de EEUU, había el viernes guardias y bomberos por todas partes. Pero sus residentes aseguran que llegaron demasiado tarde.
“No vimos ni un solo bombero cuando defendíamos nuestra casa de las llamas con cubos de agua”, se quejó Nicholas Norman, un profesor de 40 años, en declaraciones a la agencia AFP. “Estaban demasiado ocupados salvando las propiedades de los ricos y famosos de Pacific Palisades y a nosotros, la gente corriente, nos dejaron arder”, reclamó Norman. Pero la frustración y rabia alcanza también a los más privilegiados en Pacific Palisades, una zona devastada por los incendios que continúan ardiendo en sus colinas.
La alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, afronta ataques cada vez más duros por el escaso presupuesto destinado al Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD). La jefa del LAFD, Kristin Crowley, declaró el viernes a Fox que un recorte millonario había afectado gravemente la capacidad de combatir los incendios. Al mismo tiempo, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha solicitado una investigación independiente sobre la pérdida de presión de agua en los hidrantes y la supuesta falta de suministro del líquido del embalse de Santa Ynez, en el condado Santa Bárbara, que afectó el incendio de Palisades.
Los fuegos, de momento, ya han provocado unas pérdidas económicas de alrededor de 150.000 millones de dólares, según el último informe de AccuWeather, con más de 12.000 infraestructuras destruidas y 150.000 personas que continúan bajo orden de evacuación. “Me recuerda a una escena de guerra, con bombardeos”, dijo el todavía presidente Joe Biden.
Ayuda de Arizona, Canadá y México
Pero este viernes comenzó a llegar también la ayuda desde otros condados y estados vecinos como Arizona e incluso el apoyo de Canadá. Además, el Gobierno de México se comprometió a enviar a “74 técnicos especializados en el combate al fuego y la protección civil”, según un comunicado.
Al mismo tiempo, el alguacil del condado de Los Ángeles, Robert Luna, puso en marcha un toque de queda para intentar evitar los saqueos. Está en vigor desde las 18:00 horas hasta las 6:00 de la mañana hora local. Al menos 18 personas han sido arrestadas por saqueos en las áreas devastadas por los incendios.