En un escenario complejo para el agro, Rizobacter mandó una señal al mercado y salió a recomprar deuda

En un contexto sumamente desafiante para el sector con el epicentro en la situación de Los Grobo, Agofina, Surcos y otras firmas, la compañía Rizobacter, uno de los referentes en el mercado de biológicos para el agro, anunció en las últimas horas ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) su decisión de recomprar una parte de sus obligaciones negociables en tenencia de los inversores.

En este caso, se trató de las ON Serie VIII Clase A, por un valor nominal de u$s2.703.052. Tras la recompra efectuada este día lunes, esa deuda será cancelada por la sociedad. Rizobacter es controlada por Bioceres, que cotiza en Nasdaq con el ticker BIOX.

Consultados por Ámbito, en la compañía señalaron que pese al contexto complejo que atraviesa el agro en Argentina, ha sido un año aceptable para los productos biológicos, donde Rizobacter tiene una posición importante. “Es importante tener en cuenta que además de Argentina, donde se han tenido situaciones complejas para el sector sobre todo para los productos químicos, nosotros operamos en Brasil, Europa y Estados Unidos con un portfolio diversificado y eso atomiza el riesgo operativo”, sostuvieron en la firma.

En los últimos días se agravó la situación del Grupo Los Grobo. Luego del default bursátil, tomó estado público distintos rechazos y rebotes de los cheques de la compañía. En rigor, se registraron cheques sin fondos por un monto superior a $1.800 millones, según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Los registros oficiales marcan que entre el 2 y el 6 de enero, Los Grobo Agropecuaria presentó cheques rechazados por $1.376 millones, mientras que Agrofina, empresa elaboradora de fitosanitarios controlada por el mismo grupo, sumó otros $450 millones en cheques sin fondos.

El comunicad de Surcos, otra firma en problemas

Durante la jornada, se registraron también comunicado de Surcos, una de las primeras compañías del sector en suspender el pago de su deuda. Surcos viene de defaultear la cancelación de u$s3,5 millones y poco más de $9.300 millones, por esa razón la CNV decidió una suspensión provisoria sobre esa compañía y posteriormente un embargo. De todas formas, en una comunicación a la CNV este lunes, la firma sostuvo que “sin perjuicio de continuar realizando todas las medidas necesarias para adoptar una solución integral que permita asegurar el normal funcionamiento de la compañía, considerando, tal como se ha informado, que se ha decretado la inhibición general de bienes y el embargo de cuentas bancarias de la Sociedad, por medio de la presente, se informa que la Sociedad se encuentra imposibilitada de abonar el séptimo pago de servicio de las Obligaciones Negociables Serie X VS, que asciende a la suma de u$s69.025,46, cuyo vencimiento estaba previsto efectuarse el día de la fecha”.

FIX recorta notas de otras compañías

Según informó oportunamente Ámbito, hace apenas algunos días, la calificadora de riesgo Fix puso el foco en firmas como ALZ Semillas, Metalfor, Fuhrmann y Atanor, todas con perspectivas negativas o en “Rating Watch Negativo”. El dato es que enfrentan una abultada deuda a corto plazo en un contexto complejo para el sector.

ALZ Semillas, que se dedica a comercializar y distribuir semillas, a partir de acuerdos y alianzas exclusivas con empresas líderes del sector, con ingresos por u$s13 millones a septiembre de 2024, contabilizando el período parcial por seis meses, sufrió una caída interanual del 59%, atribuida a una reducción en el área sembrada de maíz y condiciones climáticas adversas. En este marco, a septiembre su deuda ascendía a u$s18 millones, con u$s17 millones concentrados en el corto plazo, exhibiendo una liquidez más ajustada.

Otra firma bajo presión es Metalfor, uno de los principales fabricantes de maquinaria agrícola en el país. La empresa cerró septiembre de 2024 con una deuda financiera de u$s89 millones, de los cuales el 90% vence en los próximos meses.

A su vez, Fuhrmann, líder en el procesamiento y exportación de lana, también enfrenta un panorama complicado. La empresa reportó una caída significativa en sus ingresos debido a una menor demanda internacional y fluctuaciones cambiarias.

Por su parte, Atanor, una de las principales productoras de agroquímicos, experimentó un 2024 más que complejo producto del aumento de los costos operativos y la caída en la demanda local.