País.La cadena francesa de artículos deportivos Decathlon desembarca nuevamente en la Argentina tras más de dos décadas de ausencia. La compañía planea abrir 20 locales en el país, con los dos primeros programados para inaugurarse antes de fin de año.
Según fuentes cercanas al empresario Manuel Antelo, uno de los socios detrás del regreso de la marca, las primeras tiendas se ubicarán en Zona Norte del conurbano bonaerense y en la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente, Decathlon se encuentra negociando el alquiler de locales que, por el estilo de la marca, tienden a ser de grandes dimensiones.
El regreso de Decathlon al mercado argentino se produce en un momento clave, impulsado por una alianza estratégica con el Grupo One, liderado por Manuel Antelo y el matrimonio de Sabine Mulliez y Pedro Aguirre Saravia. Mulliez es una de las herederas de la familia francesa dueña del conglomerado que controla marcas como Leroy Merlin y Auchan, mientras que Aguirre Saravia cuenta con una extensa experiencia en finanzas internacionales, adquirida en el Citibank.
El plan de expansión contempla que los 20 locales proyectados estén operativos para finales de 2026, con una propuesta que se adapta tanto a grandes shopping centers como a locales ubicados en avenidas comerciales. Además, se espera que la compañía tenga presencia en las principales ciudades del país a partir del próximo año. A largo plazo, la idea es tener locales en toda ciudad con más de 300.000 habitantes, aunque por ahora el objetivo concreto es llegar a “las principales”.
En esta nueva etapa, Decathlon busca posicionarse como una opción destacada por su propuesta de precio y calidad, con todos sus productos importados. La incógnita es cómo va a poder adaptar los valores internacionales al mercado local, dada la apreciación cambiaria que encarece a los productos en el país en comparación, por ejemplo, con otros mercados de la región.
La última incursión de la cadena en Argentina ocurrió en el año 2000, cuando abrió una sucursal en el centro comercial Soleil de San Isidro. Sin embargo, la crisis económica de 2001-2002 truncó sus planes, lo que llevó al cierre definitivo de su filial local.
Además de Decathlon, el Grupo One analiza la posibilidad de introducir otras marcas controladas por la familia Mulliez, como Kiabi (indumentaria informal) y Naterial (muebles). Esto reforzaría la apuesta del grupo por el mercado argentino, que consideran como una oportunidad para expandir su influencia en Sudamérica.