SHUBAYTAH, Arabia Saudita.– Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini hicieron historia ganando el Rally Dakar de 2025 en Arabia Saudita de manera contundente, con un Taurus T3 Max en la clase Challenger. El matrimonio cordobés logró la carrera perfecta luego de 12 etapas, desde el 3 de enero hasta este viernes, en las que nunca dejaron de ser líderes. La competición de rally-raid más famosa del planeta cumplió su 47ª realización, sexta visita consecutiva al desierto saudí, y concluyó el recorrido con tres días en Rub’ al-Khali, la extensión de arena más grande del mundo.
Ella, siempre ordenada, desde las cartitas amorosas que se mandaban en el cuarto grado en General Cabrera, tiene todo registrado. Recuerda cada paso que dieron juntos, incluso los años que pasaron desencontrados hasta que el destino los reubicó para que escribieran su historia juntos. Él, un apasionado chico del campo cordobés que se integró a la ciudad, halló a la persona con la cual podía compartir sus grandes pasiones.
Juntos crecieron en el deporte, con Nico en cuatriciclos y Valen en el hockey, cada uno a la par del otro hasta que se enamoraron del gran desafío, el Rally Dakar. “Nico y yo nos conocemos desde la escuela primaria”, ratifica ella con sonriente tonada cordobesa. Levantando algo imaginario en las manos, afina la voz de la emoción cuando recuerda: “Tengo cartitas de él, de esos años, cuando vivía en el campo y tendría nueve o diez”. Aunque luego cambió de escuela y Nicolás tomó distancia, volvieron a encontrarse, una década después.
“Él había tenido sus novias, y yo había tenido novios, pero en ese momento coincidimos”, cuenta Pertegarini. Aunque no corría por sus venas la energía del mundo motor, se integró al equipo de Cavigliasso hasta el glorioso enero del 2019, cuando la clasificación de quads fue dominada por el Yamaha Raptor de Cavi, extendiendo la racha vencedora de los argentinos en el Dakar. Ese mismo día, en plena coronación frente a la costa peruana del Pacífico, Nicolás se arrodilló junto al cuatriciclo y sacó de algún bolsillo de la chaqueta de carrera, con el incómodo tacto que dan los guantes de piloto, el anillo. ‘La Valen’ –así le dice el piloto– estaba envuelta en emoción con una bandera de Argentina sostenida en un puño y el trofeo dakariano en el otro brazo. Y respondió “sí, quiero”, con las cadenas de televisión registrando en directo el nuevo capítulo de sus vidas.
Nadie los presionó, y ellos no dejaron de ir a las competencias todoterreno que tan bien resumen sus años de noviazgo. Trabajaron duro y continuaron con la idea de repetir el halago en cuatriciclos, pero el motor se cansó en medio de la carrera del 2021 y decidieron terminar el ciclo y pasar al siguiente nivel. ¿Correr juntos? ¿Cómo sería posible? Analizaron las opciones y allí fueron, forjando los primeros pasos en el campeonato argentino, antes de lanzar una campaña en el exterior. Para ello se prepararon con un Can Am Maverick, Nicolás en el manejo y Valentina en la navegación.
A la par del entrenamiento diario, sin descanso, tampoco abandonaron la inclinación por el trabajo ganadero, en el que se destacaron en las más prestigiosas muestras, como la de la Rural. Se hicieron famosos en el 2024 con “Luisito”, el toro Angus colorado con el que se llevaron todos los premios. Su trabajo en la cabaña El Viejo Zorzal, de Villa Mercedes, San Luis, continuó el legado del abuelo de Nicolás, mientras que su padre, Walter, abrazó el agro con plantaciones de maní.
También habían comenzado el apasionante camino de la genética, como sucedió con “Mbappé”, otro toro galardonado que resultó una clave en su búsqueda del Angus que reuniera lo mejor entre negros y colorados. Ese sendero los mantiene unidos, más allá de los viajes a las carreras, y delinean siempre una cuidadosa agenda que les permite estar pendientes de todo. Por eso, cuando iniciaron la campaña deportiva planificaron cada paso por el mundo.
El Dakar de 2023 tuvo un comienzo frustrante para ellos, con un problema eléctrico que apareció el primer día. Aprendieron y cambiaron a un coche nuevo, y la apuesta entregó su rédito. El calendario último incluyó viajes a las cinco carreras del Mundial W2RC, por lo que el 2024 fue el año del despegue definitivo: corrieron en el Dakar en Arabia, protagonizaron el clásico Abu Dhabi Desert Challenge en el misterioso desierto de Emiratos Árabes Unidos y afrontaron el primer Rally de Portugal, el Desafío Ruta 40 (Argentina) y el Rally de Marruecos. Como resultado, él fue subcampeón y ella se coronó campeona mundial entre navegantes de rally-raid. Fue posible cuando el principal rival de los argentinos cambió de acompañante en una carrera, dejando más puntos a disposición de Valentina, la primera mujer en obtener un título de esa característica.
Así, algo que comenzó como una ayuda a su novio cuando corría en cuatriciclos se transformó en un trabajo de alto nivel. “Siempre dije que él es un caradura con la hoja de ruta”, interrumpe Valentina, aludiendo al material que antes de que fueran utilizadas las tablets era entregado impreso. Allí figura el camino por recorrer, con referencias para orientarse y encontrar el rumbo, y en él los pilotos marcan con colores las zonas de peligro, lo que en ocasiones lleva horas de trabajo. “En su segunda carrera el cuatriciclo necesitaba reparación y, como a él le gusta, se metió con los mecánicos y yo pinté el road book. Así que él habrá pintado una carrera, y después, en las etapas maratón, donde estaba solo”, insiste la dama.
La modernidad cambió algunos sistemas pero no hizo inútil la habilidad humana para descifrar el camino correcto mientras se corre a toda velocidad en terrenos donde no suele, siquiera, haber huellas. Por eso, en la carrera que construyeron durante las últimas dos semanas, Cavigliasso siempre repetía que el propio Dakar intentaría quitarlo del medio con rudeza. “Es imposible tener una competencia limpia, sin ningún problema”, insistía. Y así fue como en la segunda mitad de la extensa empresa, de más de 7000 kilómetros totales, hubo dos sustos de origen mecánico.
Llegando a Riad, este lunes, la dirección rechinaba con cada movimiento. Bajando del auto con ojos grandes y cejas levantadas, el conductor de 33 años contó: “A poco del final se puso pesado y pensamos que se había roto la dirección, pero con solo levantar el ritmo en las dunas conseguimos terminar”. Dos etapas después, el diferencial trasero mostró un signo inequívoco de desgaste: “Empezó a tirar mucha viruta de acero, tenía muchos kilómetros. Así que tuvimos que poner uno nuevo”, explicó Nico. Sus mecánicos trabajaron hasta la madrugada, con dos cambios de piezas y una hora de andar en caminos aledaños para asentar la variante. Ir al límite en medio de las dunas del desierto Empty Quarter –una suerte de cuadrante vacío–, sin más vida que la acción petrolera y la militar, es difícil para los coches, pero la diferencia en favor del matrimonio cordobés permitió regular la exigencia con cierta calma.
Juntos han visto todo tipo de situaciones en los últimos dos años. Accidentes de otros y algunos propios, lecciones aprendidas sobre qué distancia guardar en las dunas desde los días en que impactaron con el auto encajado de la ibérica Laia Sanz y un camión volcó delante de sus narices. Por eso se implementó el banderín de seguridad en los autos, cuando corren sobre la arena, como lo hacen los coches de esparcimiento en las playas. “Ver el banderín ayudó un montón para saber que había un problema al otro lado de una duna”, cuenta Valentina. Lo reafirma Nicolás, temblando como si tuviera el volante en las manos forzando una curva y apretando los dientes: “Escuchás que suena una alarma que indica que hay un accidente o algo al otro lado de la duna, pero no sabés si está a la derecha o a la izquierda. Con el banderín realmente se ve dónde está el auto parado y se puede esquivarlo sin problemas”.
Además, el dúo que elevó la bandera celeste y blanca se afianzó con el Taurus T3 Max que conducen y desarrollan desde mediados del 2023. Es un vehículo que revolucionó el mercado al ser diseñado exclusivamente para la competición, desde su creación por la firma MCE-5 y el know how de Wevers Sports. El motor de 1000 centímetros cúbicos, derivado de Volkswagen, incluyó la caja secuencial que distinguió al coche de los demás prototipos, que continúan con la versión automática, además de la distribución del peso, el bajo centro de gravedad y el costo accesible de mantenimiento. Fue un combo que transformó al BBR Motorsport en el equipo destacado del Dakar de 2025 gracias a la construcción perfecta de Cavigliasso-Pertegarini y su ingeniería de competencia.
Cavigliasso es un privilegiado capaz de repetir el triunfo logrado en cuatriciclos en 2019, esta vez en la clase Challenger y junto a su esposa, Pertegarini, en un camino de amor y pasión que conquistó el desierto más inhóspito y los puso en la máxima vidriera del deporte motor entre aventura y superación.
Seguí leyendo
Conforme a los criterios de