El presidente Javier Milei anunció en diciembre del año pasado con bombos y platillos la puesta en marcha de un Plan Nuclear para generar energía en el país y desarrollar la industria de la Inteligencia Artificial (IA) desde la Patagonia.
El anuncio fue a través de un mensaje grabado junto a su asesor, Demian Reidel y al titular Director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi. Reidel, está a cargo de la ejecución del plan.
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Sin embargo, según pudo averiguar PERFIL el plan no arranca y no tuvo ningún avance significativo pese a haber sido anunciado hace casi cinco meses atrás. Lo que sí está firme, es la designación de Reidel como presidente de la empresa estatal Nucleoeléctrica SA (NASA) desde fines de abril pasado. Según la Fase I del Plan, deberían construirse cuatro Reactores Modulares Pequeños (SMR por sus siglas en inglés) en el plazo de cinco años, lo que según indican en la comunidad científica es técnicamente imposible. Los proyectos demoran décadas. Conllevan investigación e inversión, algo que no está contemplado en el plan. El Plan anunciado prevé el desarrollo con tecnología “100% nacional”.
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Según pudo saber este diario de fuentes de la comunidad científica, solo existe la patente de un proyecto. A eso se lo denomina prototipo. Es decir, un modelo de reactor que todavía no está desarrollado. Algunas voces señalan que se trata de “veinte personas” trabajando en un “coworking”.
La autoridad argentina sobre energía nuclear, es la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Depende directamente del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Anteriormente dependió de Eduardo Rodríguez Chirillo, es decir de Energía.
El actual titular es Germán Guido Lavalle, quien fue acusado por realizar persecución sobre muchos de sus trabajadores. Entre miembros de la comunidad científica hay voces que indican que Lavalle amenazaba a los becarios del Conicet con quitarles su lugar de trabajo, aplicar sanciones, y dejó de pagar plus salariales. Además, los gerentes de las diferentes áreas de la CNEA eran elegidos por elección de sus integrantes, ahora son puestos “a dedo”.
Lavalle es Ingeniero Nuclear formado en el Instituto Balseiro. Igual que Reidel. Ambos, son autoridades de la empresa NASA, que no tuvo transferencias del Tesoro en el último año. Lavalle es el vicepresidente. Diego Chaer, el encargado de avanzar con las privatizaciones, es miembro del directorio.
El tren al que no nos estamos subiendo
Los nulos avances sobre el Plan Nuclear van en sintonía con la falta de inversión en materia de energía atómica por parte del Estado.
La Central Argentina de Elementos Modulares (Carem), es un reactor nuclear de creación nacional, que se hizo internacionalmente conocido por su sigla. Es un proyecto que data de la gestión de Raúl Alfonsín, pero que se cortó a cero el financiamiento en octubre del año pasado. A mediados del 2022, llegó a recibir $ 28 mil millones. Desde octubre del año pasado, recibió $ 0. En 2024 tuvo como promedio fondos por $ 2 mil millones. La mitad de lo recibido el año anterior.
Según explican, el Carem es uno de los cuatro reactores modulares más avanzados del mundo. Hay ochenta de este tipo produciéndose en el planeta. Por falta de financiamiento y el desgaste constante renunciaron el 20% de los trabajadores. La gestión de Lavalle realizó una auditoría, pero nunca se dieron a conocer sus resultados. La Fase II del Plan Nuclear es poner en valor la producción de uranio buscando inversiones extranjeras, lo que todavía está lejos. El Plan anunciado por Milei y Reidel contó con el beneplácito de Grossi, uno de los argentinos que más saben en materia nuclear en el mundo. Con todo, Grossi no oculta su vocación de ser secretario General de las Naciones Unidas. Al apoyar el Plan Nuclear, también busca que la Casa Rosada apoye su candidatura en el organismo.
PERFIL contactó a Reidel en reiteradas ocasiones, pero el asesor del Presidente se negó a responder.