Platense dio la sorpresa y eliminó a Racing
Si bien atacó menos que el equipo de Avellaneda, aprovechó una buena jugada de Mainero, que le cedió la pelota a Orsini, y este convirtió el único gol con la cabeza.
Primera gran sorpresa en los octavos de final. Platense era recontrapunto en las apuestas, en los pronósticos de la inteligencia artificial, en la consideración general de los hinchas de otros cuadros y en la cabeza de los hinchas de Racing. No eran pocos los que aventuraban que el equipo de Costas tenía todos los boletos para llegar a la final de Santiago del Estero.
Pero resulta que el primer escollo para hacerlo posible era Platense, el modesto “Calamar” de Saavedra. La dupla Orsi-Gómez y sus dirigidos estaban convencidos de otra cosa. Sabían los entrenadores que si se ordenaban defensivamente; si controlaban las subidas de los laterales de Racing, si Saborido; Vázquez y Salomón no cometían ningún error; si daban pelea en el medio; si amortiguaban la peligrosa potencia de Salas-“Maravilla” Martinez; si apostaban a recuperar la pelota en tres cuartos de cancha, con Taborda como punto de enganche para abrirse velozmente en abanico y quedar en superioridad numérica; si con el correr de los minutos apagaban el fuego del Cilindro; si ponían algunas fichas a la capacidad para ganar de arriba; si pasaban esas cosas, se podía llegara la definición por penales y hasta bajar al cuco. “Nosotros planificamos los partidos , a veces sale y a veces no sale”, dijo con modestia Orsi cuando lo entrevistaron en caliente al final del encuentro.
Platense atacó mucho menos que su rival, pero en una de sus apariciones ofensivas Mainero amagó un par de veces, apuntó al medio del área y pinchó la pelota para que Orsini (que recién había entrado) la peinara descolocando a Arias y mandándola al fondo del arco. Iban 40 minutos del segundo tiempo y el impacto anímico fue tan grande que en lo poco que quedaba de partido, Platense estuvo más cerca del segundo gol que Racing del empate.
El equipo de Costas venía de golear al Bucaramanga, venía agrandadísimo y en algunos pasajes les hizo creer a todos que Platense no iba a poder soportar la presión de Salas-Martínez-Solari. Pero si bien Racing tuvo algunas llegadas, ninguna le puso luces rojas a la actuación de Cozzani. El arquero intervino correctamente en los centros, tapó algunos remates de media distancia, pero no tuvo trabajo en relación con el tiempo en el que Racing manejó la pelota y anduvo merodeando su área.
Si alguien imaginó que en el segundo tiempo Platense se iba a desinflar, después de lo mucho que había corrido en el primero le erró fiero; lo que sí pasó fue que los jugadores de Racing se fueron pinchando de tanto ir y chocar, y también se fueron cansando porque la seguidilla de partidos de campeonato y Copa puede hacer estragos.
Ganó Platense y ahora deberá medirse con el vencedor de River-Barracas Central, mientras Racing se dedicara en exclusividad la Copa Libertadores.