La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anunció que mantendrá las tasas de interés entre un rango de 4,25 % y 4,50 %. En el documento publicado este miércoles argumentaron que: “El Comité está atento a los riesgos para ambos lados de su doble mandato y considera que los riesgos de un mayor desempleo y una mayor inflación han aumentado”. Este anuncio llega en medio de las presiones de Donald Trump para que el organismo baje las tasas lo que impulsaría el crecimiento económico que se está viendo afectado como la guerra comercial con China.
El presidente de la FED, Jerome Powell, justificó esta decisión alegando que la economía estadounidense aún “muestra signos de solidez, pese a las tensiones internacionales y los desafíos internos”. En una clara referencia a las políticas de Trump, Powell afirmó: “Creo que existe mucha incertidumbre sobre, por ejemplo, cómo se estabilizarán las políticas arancelarias”.
La FED desde el fin de la pandemia había incrementado las tasas con el objetivo de bajar la inflación, que llegó a alcanzar un 9,1% anual en 2022, su máximo en cuatro décadas. Actualmente, la inflación en EE.UU. se sitúa en 2,4%. En el país norteamericano, la tasa de interés de fondos federales es la referencia de todo el sistema financiero y es determinante para los préstamos entre bancos. Como respuesta a las consecuencias de la crisis económica internacional que estalló en 2019 la Reserva Federal había elevado las tasas para luego comenzar a bajarlas, pero las políticas de Trump la interrumpieron a mitad de su plan.
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Estas decisiones de la FED tienen un impacto directo en economías como la argentina. Las tasas altas aumentan el costo de obtener nuevo financiamiento internacional; uno de los objetivos centrales de Milei y Caputo para patear hacia adelante los vencimientos de la deuda externa. El Gobierno nacional pretende endeudar aún más al Estado para pagarle al FMI, profundizando el sometimiento del país al imperialismo y el capital internacional.
Las disputas internas en la clase dominante norteamericana son un síntoma de la crítica situación internacional surgida del enfrentamiento entre EEUU y China por el dominio mundial. En este escenario la subordinación completa de Milei a Donald Trump nada bueno puede traer para las grandes mayorías en Argentina. Una política antiimperialista que parta del desconocimiento soberano de la fraudulenta deuda externa es fundamental para que la crisis no la paguen los trabajadores.