Empleados de Sanidad rechazan el aumento salarial de 1% que pretende el gobierno

Las paritarias siguen generando reclamos y protestas. En los primeros días del mes fueron varios los sectores que firmaron aumentos salariales, aunque siguen esperando la homologación de los acuerdos de parte del Ministerio de Capital Humano a través de la secretaría de Trabajo.

La Federación de Empleados de Comercio fue la primera en advertir que los empresarios deben cumplir con el acuerdo más allá de la decisión del gobierno. Sin embargo, hay empresas que no están liquidando las subas, disparando el conflicto en algunas localidades, como Mar del Plata.

A los mercantiles, ahora se sumó la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) Buenos Aires, que dispuso el estado de alerta, denunciando que los convenios colectivos de trabajo de más de 350.000 trabajadores de la actividad en todo el país se encuentran vencidos, y los empresarios “se niegan a otorgar la justa recomposición salarial” que vienen reclamando.

Un conflicto que puede paralizar toda la actividad asistencial

Tanto desde la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) como la ATSA Buenos Aires avisaron que, si esta semana no hay novedades, iniciarán un plan de lucha que puede afectar al sector sanitario en diversas áreas, desde la atención hasta personal de droguerías.

La organización gremial que conduce el también cotitular de la CGT, Héctor Daer, explicó que “no tenemos avances en las negociaciones salariales; la semana pasada los empresarios se dieron vuelta y nos negaron el aumento que veníamos discutiendo”. Remarcó que “parece que la única variable económica que se degrada permanentemente es el salario de los trabajadores de la sanidad”.

Asimismo, avisaron que los convenios colectivos del sector asistencial se encuentran vencidos y “las cámaras empresariales cambiaron de postura de forma unilateral, alegando presiones del gobierno para imponer un tope salarial del 1 por ciento”, apuntando que “esa es una cifra absolutamente inaceptable”.

Daer: “No vamos a firmar una paritaria que ajuste el salario”

El propio Daer sostuvo que “la paritaria la discutimos con los empresarios y si los empresarios nos vienen con la pauta del 1 por ciento, les decimos que no la vamos a firmar” y manifestó que “vamos a firmar un aumento que recomponga lo perdido y que proyecte hacia adelante, porque con salarios a la baja, no hay salud posible”

Manifestó que “la discusión la vamos a hacer con los empresarios; no vamos a resignar más salario. No nos importa cómo se llame el mecanismo, pero la plata tiene que llegar al bolsillo de nuestras compañeras y compañeros. Esa es nuestra prioridad”. Destacó que “mientras nos niegan una suba de los ingresos los aranceles de las prepagas siguen aumentando”.

Este lunes habrá una nueva audiencia entre el gremio y las cámaras, en la sede de la secretaría de Trabajo. Se estima que, en caso de no llegar a un acuerdo, se podrían profundizar las medidas de fuerza en los próximos días. En tanto, desde la cartera laboral siguen de cerca el conflicto y esperarán cuáles son las protestas antes de dictar la conciliación obligatoria.

Ingresos, empleo y renovación de la conducción de ATSA

Daer manifestó que “no hay modelo económico virtuoso que se sostenga sobre los salarios a la baja de los trabajadores. No hay salud sin salarios” y advirtió: “Por eso, hoy más que nunca, vamos a dar esta pelea en unidad, con claridad y sin resignar un solo derecho”.

En un documento, la FATSA advirtió que “el Sistema de Salud no se sostiene con salarios bajos“. Planteó que “con alta inflación o con baja inflación, con importaciones abiertas o con importaciones cerradas, con dólar alto o con dólar bajo, con alta presión impositiva o con baja presión impositiva, lleva a que la única variable económica que se degrada permanentemente sean los salarios de los trabajadores de la Sanidad”.

Además de la cuestión salarial y económica, la ATSA Buenos Aires enfrentará un proceso electoral en que Daer anunció que dejará la conducción tras 24 años de gestión. El histórico dirigente ya había adelantado que dejaba la CGT, en una señal de renovación dirigencial. De hecho, en la central obrera ya trascendió que otro de los cotitulares, Carlos Acuña, también se retirará del gremialismo.