Después de varios días en Italia, Wanda Nara aterrizó en la Argentina y fue recibida por las cámaras de Infama en el aeropuerto de Ezeiza. Sin esquivar preguntas, la empresaria rompió el silencio sobre el escándalo que envuelve a Mauro Icardi, su expareja, y a la China Suárez, actual pareja del futbolista.
Con tono firme y visiblemente cansada de la situación, Wanda reveló qué piensa hacer con sus hijas y apuntó con dureza contra ambos. El conflicto se desató nuevamente tras el reencuentro de Icardi con sus hijas y los hijos que Wanda tuvo con Maxi López, lo que provocó la reacción inmediata de la conductora de Bake Off Famosos.
“Reaccioné como reaccionaría cualquier mamá cuando tu hija está mal”, afirmó Wanda, asegurando que fue su hija quien la llamó llorando, en contra de la versión que dio Mauro, quien la acusó de estar “celosa y envidiosa” dijo totalmente filosa.
“Yo lo solté, no solo a él, sino a toda esta situación”, sentenció, y agregó: “Cuando decidí separarme, recibí un montón de amenazas. Me advirtieron que iba a sufrir las consecuencias que estoy sufriendo ahora”. La raíz del problema está en la falta de responsabilidad de Icardi y la necesidad de que inicie un tratamiento psicológico.
Wanda aclaró que ella sí está cumpliendo con el tratamiento exigido legalmente y pidió que su expareja haga lo mismo. “Lo vengo diciendo hace mucho, y ahora lo pide también la Justicia. Solo así podrá revincularse con sus hijas de una manera sana”, remarcó.
Consultada sobre la participación de la China en el encuentro con las niñas, fue directa: “Ella que haga su vida. El responsable es él. Pero si mi hija me llama llorando, yo voy a reaccionar”, subrayó. Además, se mostró desconcertada por el apoyo de la actriz a su exmarido: “Me parece raro que una mujer apoye a un hombre en toda esta locura”.
Sobre los rumores de una posible tenencia compartida o traslado de las hijas a Turquía, Wanda fue tajante: “Confío plenamente en la Justicia argentina. Por eso volví. Estoy tranquila”. También aclaró un supuesto problema escolar relacionado con la ausencia de tutores legales: “Fue un malentendido entre primaria y secundaria. Mis hijos siempre estuvieron cuidados por Zaira, Kenny, mi papá y una amiga cercana”.
Por último, habló de la relación de su padre, Andrés Nara, con sus hijos. “Hace años que merienda todos los domingos con ellos. Me parece bien que recupere el tiempo perdido”, afirmó. Con su estilo frontal y sin rodeos, Wanda dejó en claro que no va a permitir situaciones que afecten a sus hijas emocionalmente.
Y aunque no parece querer más conflictos públicos, sí dejó un mensaje fuerte: “Este tema me supera. Es un grado de violencia extrema que no entiendo de ninguna de las dos partes, confío mucho en la Justicia argentina, por eso decidí venirme acá, que es mi país y estoy muy tranquila”.