Lionel Messi recibió insultos de los hinchas del PSG en medio de una manifestación de los ultras del club en la sede ubicada en Paris para protestar por lo que consideran una temporada decepcionante en resultados deportivos y pidiendo renovación en la dirigencia pero puntualizando su bronca en algunos jugadores, especialmente en el crack argentino.
«Messi, hijo de p…», cantaron los ultras, sentando su posición respecto a la polémica alrededor del futbolista argentino, sancionado por dos semanas y con la confirmación que no seguirá en el club la próxima temporada.
«¡Estamos cansados de mercenarios, tenemos que despedir a Messi!», gritaron coordinados por el megáfono de uno de sus líderes y embanderados en una pancarta que fue desplegada en las adyacencias del Parque de los Príncipes, en la zona del Boulogne-Billancourt. «PSG, ¿dónde estás, adónde vas, me oyes?», decía el trapo blanco con letras negras, dedicado a quienes manejan el día a día de la institución financiada con capitales qataríes.
Pero Messi no es el único que recibió los reproches de los hinchas del PSG: Neymar Jr. y Marco Verrati, casualmente también extranjeros, aparecieron en el cancionero de los ultras, que apuestan en el proyecto que lidera Kylian Mbappé.
Esta resistencia del público hacia Messi ya se había visto en las tribunas, cuando el equipo quedó eliminado primero de la Copa de Francia ante el Marsella y luego por la Champions League contra el Bayern Múnich, echando por tierra el objetivo europeo por el que se armó un equipo «de estrellas» pero que no pudo cuajar su talento dentro de la cancha.
Los silbidos a Messi fueron la primera expresión del mundo PSG contra Leo, y esta semana todo se magnificó al conocerse que el argentino había viajado a Arabia Saudita supuestamente sin la autorización del club. Es un hecho, no lo quieren más. Y todo a menos de dos años de aquella postal inolvidable del jugador paseándose por la capital francesa.
Los ultras, en contra de Messi, piden cambios en el PSG
Unos 300 hinchas pidieron este miércoles la dimisión de la cúpula del PSG, encabezada por su presidente Nasser Al-Khelaifi, en una protesta organizada a las puertas de la sede social del club.
Los seguidores habían sido convocados por el colectivo de hinchas CUP, que mantienen mucha resistencia con gran parte del equipo, incluido Messi, al que el PSG acaba de sancionar duramente por haber viajado a un compromiso publicitario en Arabia Saudí, para el que, según el club, no tenía permiso para hacerlo.
El objetivo de los aficionados fue hacer ver que «las cosas tienen que cambiar» de una manera «estructurada e inteligente». No es la primera vez que el CUP pide la cabeza de la dirección catarí. El año pasado también lo demandó en pleno estadio del Parque de los Príncipes.
Ni siquiera contar con el considerado mejor futbolista del siglo XXI en una delantera con Kylian Mbappé y Neymar ha sido suficiente para levantar un trofeo que es el auténtico objetivo de la dirección del PSG.
