Dicha noticia también fue confirmada a Télam por Matías Bagnato, el único sobreviviente del mencionado hecho y por la abogada de Fructuoso, Patricia Croitoru, quien señaló que su defendido falleció en el centro de salud del Complejo Federal 1 de Ezeiza, del Servicio Penitenciario Federal (SPF), donde permanecía alojado hace 12 años.
Según expresaron a Télam fuentes del SPF, Álvarez había sido operado a principios de mes de un problema en la cadera en el Hospital Zonal General de Agudos Dr. Alberto Eurnekian y luego trasladado al centro de salud ubicado en el interior del Complejo de Ezeiza, para su recuperación. Allí, según las fuentes, este domingo tuvo una complicación clínica que derivó en un “shock séptico» que le causó la muerte.
Por su parte, Bagnato se refirió a la muerte de Álvarez González a través de la red social Twitter: «Hoy sí por fin puedo decir se terminó. Mami, pa, Fer, Ale, Nico. Descansen en Paz. Los amo con todo mi corazón».
Hoy sí por fin puedo decir se terminó.
Mami Pa Fer Ale Nico Descansen en Paz
Los amo con todo mi ❤️ pic.twitter.com/npSUqbCBRX
— Matias Bagnato (@MatiBagnato) April 30, 2023 Al respecto, la abogada de Matías, Luciana Carrasco, señaló que el sobreviviente de la masacre dará una conferencia de prensa este lunes, en la calle Bartolomé Mitre 1906 a partir de las 11 para explayarse sobre esta circunstancia.
«Mañana lunes a las 11, Matías Bagnato dará una conferencia de prensa para cerrar una etapa y agradecer a todos los que lo acompañaron durante tantos años en la lucha por justicia», indicó Carrasco a esta Agencia.
En ese sentido, Carrasco agregó: «Mati no para de llorar, así que arreglamos este encuentro para responderle a todos. Lo dejamos hoy que se recomponga y respire un poco para que mañana pueda hablar tranquilo».
Mañana lunes a las 11 am Matias Bagnato dará una conferencia de prensa para cerrar una etapa y agradecer a todos los que lo acompañaron durante tantos años en la lucha por justicia.
Los esperamos en: Bartolomé Mitre 1906 a las 11hs
Muchas gracias a todos!!! @MatiBagnato
— Luciana Carrasco (@LucianaCarras15) April 30, 2023 El pasado 21 de marzo, la titular del Juzgado Nacional de Ejecución Penal 1, María Jimena Monsalve, había desestimado el pedido de libertad que Álvarez González había hecho en febrero de este año, quien fue condenado en 1995 a prisión perpetua por el cuádruple homicidio y que argumentaba que su pena ya estaba cumplida.
El quíntuple homicidio
La «Masacre de Flores» tuvo lugar a comienzos de 1994, cuando Matías Bagnato tenía 16 años. Vivía con sus papás, José (42) y Alicia (40), y sus dos hermanos, Alejandro (9) y Fernando (14), en una casa de dos pisos ubicada en Baldomero Fernández Moreno 1906, en el barrio porteño de Flores.
En esos tiempos, Matías junto a su hermano Fernando le tenían miedo a «El Monstruo», una persona que llamaba todos los días a su casa y solía decirles con la voz distorsionada: «Uhhhh se quemaron todos. Están todos muertos». Ese mismo hombre, llamado Fructuoso Álvarez González, efectuaba aquellas llamadas para amenazar a José Bagnato, su exsocio, por una supuesta deuda de 180.000 dólares.
Finalmente, la madrugada del 17 de febrero de 1994, Álvarez González terminó cumpliendo con su promesa. Aquella noche había transcurrido con normalidad para la familia Bagnato. Se había quedado a dormir Nicolás Borda (11), un amigo de Alejandro, y todos juntos vieron un partido de la Copa de Oro que disputaban San Lorenzo e Independiente en Mar del Plata. Tras el triunfo del «Ciclón» por 2 a 0, con goles de Monserrat y Artime, la familia se fue a dormir.
Matías recordó con emoción el último intercambio que tuvo con sus padres. «Esa noche no tenía sueño y me puse a escuchar música. Puse un disco de Roxette. Me fui a fumar un cigarrillo al baño y mi mamá me preguntó qué era ese olor. Obviamente ella sabía que yo estaba fumando. Y me acuerdo que agarré el desodorante de ambiente de mi baño y les tiré el desodorante. Ellos estaban acostados en la cama y se rieron los dos. Esa fue la última vez que los vi», expresó.
Según lo determinó la Justicia, a las 3.30 de esa madrugada, Álvarez González irrumpió en el domicilio, roció toda la casa con dos bidones de combustible y la prendió fuego. Ante tal situación, Matías se despertó empapado de sudor con mucha dificultad para respirar, pero con la poca fuerza que le quedaba abrió la ventana que tenía al lado de su cama y sacó medio cuerpo hacia afuera:
-«¡Matías salí, salí rápido! ¡Se quema todo!», le gritó un vecino que presenciaba la dramática escena. El hijo mayor de los Bagnato se tapó la boca y salió de su habitación para buscar a sus padres.
«La puerta se abrió con tanta fuerza como si explotara. Una llamarada gigante me prendió fuego el pelo y me tiró al piso. Me desesperé. Empecé a gritar, no quería que vinieran a buscarme a mí, porque estaba bien. Les grité a todos, los nombré uno por uno, una y otra vez. Nunca me respondió nadie, nunca jamás», rememoró Matías.
Como resultado del ataque, sus padres, sus hermanos, y Nicolás, el pequeño amigo de Alejandro, fallecieron. «Todavía me acuerdo del olor del incendio», señaló Matías, único sobreviviente del siniestro que elige pasar todos los 17 de febrero con sus amigos, quienes lo ayudan a atravesar los malos recuerdos.
El incendio y la muerte de la familia Bagnato
La Masacre de Flores ocurrió el 17 de febrero de 1994 cuando se originó un incendio en una casa de la calle Baldomero Fernández Moreno y Pumacahua, en el barrio de Flores, y murieron José Bagnato (42); su esposa Alicia Plaza (40); sus hijos Fernando (14) y Alejandro (9) y Nicolás Borda (11), un amigo del menor de ellos que esa noche se había quedado a dormir.
Los investigadores determinaron que el incendio había sido originado de manera intencional por Álvarez González, exsocio de José Bagnato, quien arrojó dos bidones con combustible y encendió el fuego. El imputado fue condenado a prisión perpetua en 1995, pero por tener su ciudadanía española, en 2004 fue extraditado a ese país para terminar de cumplir su condena.
En España lo liberaron y fue recapturado en la Argentina en 2011, luego de amenazar de muerte a Bagnato.
Gracias al impulso del observatorio, fue sancionada la Ley 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, mediante la cual se creó el Centro Nacional de Asistencia a las Víctimas de Delitos para asistir y asesorar tanto a familiares como a víctimas de hechos de violencia.
Cronología de la masacre
– 28 de enero de 1994: La familia Bagnato recibe por última vez una amenaza por parte de Fructuoso Álvarez González, quien reclamaba por una deuda de 180.000 dólares. Ante las constantes intimidaciones de Álvarez González, José Bagnato había radicado varias denuncias por amenazas en la comisaría 38 de la Policía Federal.
– 17 de febrero de 1994: Fructuoso Álvarez González irrumpe en el domicilio de los Bagnato e incendia la casa. Por el ataque fallecen José; su esposa, Alicia Noemí Plaza; sus hijos Fernando y Alejandro Bagnato, y a Nicolás Borda, un vecino del barrio que se había quedado a dormir. El hijo mayor de la familia, Matías, escapa.
– 21 de febrero de 1994: Álvarez González es capturado cuatro días después de la masacre.
– 10 de noviembre de 1995: el asesino es condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal 12 a prisión perpetua
– 4 de marzo de 2004: trasladan al homicida a una cárcel de Madrid, luego de que éste recurra a un tratado entre Argentina y España (Ley 24.036), el cual permite a un extranjero a completar una condena en su país de origen, siempre que acredite vínculos familiares en esa nación y se haya hecho cargo de las costas del juicio.
– 22 de noviembre de 2008: el autor de la masacre es liberado por los tribunales españoles, los cuales convirtieron la condena a perpetua en una sentencia de 20 años de cárcel, el equivalente en aquel país a nuestra pena máxima. Debido a que la Justicia española anotó por error la fecha del crimen en 1990, en vez de 1994, le permitió a Fructuoso ganar 4 años y pedir la libertad condicional.
– 8 de diciembre de 2008: Álvarez González regresa a Buenos Aires.
– 14 de julio de 2011: el juez de Ejecución argentino Axel López ordena la recaptura de Álvarez González tras descubrir las irregularidades en su liberación.
– 4 de diciembre de 2011: Álvarez González es detenido por agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) durante un allanamiento en una casa en Tortuguitas donde tenían el dato que se escondía. Lo encontraron en un falso techo.
– 11 de mayo de 2018: La Cámara de Casación Penal rechaza un pedido para que Fructuoso Álvarez González sea expulsado del país.
– 1 de febrero de 2022: La defensa de Fructuoso presentó un pedido a la justicia para que se fije la duración exacta de su pena.
– 4 de abril de 2022: El Juzgado Nacional de Ejecución Penal 1, a cargo de José Pérez Arias, rechazó el pedido de fijación del vencimiento de la pena de Álvarez González aduciendo que no está apto para «la conformación de un adecuado pronóstico de reinserción social».
– 22 de junio de 2022: La Cámara de Casación Penal, compuesta por los jueces Horacio Días y Jorge Rimondi, decide rechazar por «inadmisible» el pedido de fijación de pena realizado por la defensa de Álvarez González.
– 1 de febrero de 2023: La abogada particular de Álvarez González pide nuevamente la libertad condicional de su defendido.
– 3 de febrero de 2023: La jueza de Nacional de Ejecución Penal 1, María Jimena Monsalve, ordenó que Álvarez González sea incorporado en un programa de «prelibertad» y solicitó al Servicio Penitenciario Federal (SPF) la elaboración de una serie de informes socioambientales para evaluar si el recluso está en condiciones de ser excarcelado.
– 21 de marzo de 2023: Monsalve rechazó la solicitud de libertad condicional de Fructuoso al basarse en los informes socioambientales que elaboró el penal que lo aloja. Según la magistrada, Álvarez González presentó una «evidenciada involución» en su comportamiento dentro de la cárcel, al manifestar «dificultades para acatar los reglamentos internos, como así su falta de apego en punto a los objetivos fijados por las diferentes áreas de tratamiento».
– 30 de abril de 2023: Fructuoso Álvarez González falleció en el hospital de la cárcel de Ezeiza, donde se recuperaba de una intervención quirúrgica en la cadera.