1 de junio de 2023 – 20:43
El Cerro de los Siete Colores de notable belleza está situado en las cercanías de la ciudad de Purmamarca, a lo largo de la Ruta Nacional 52 que conduce al Paso de Jama, en la frontera entre Argentina y Chile. Con solo 4 kilómetros de distancia de la Ruta Nacional 9, en la provincia de Jujuy, esta maravilla natural yace a los pies de la encantadora villa de Purmamarca, formando juntos una de las postales más icónicas del noroeste argentino.
Con aproximadamente setenta y cinco millones de años de antigüedad, el Macizo de los Siete Colores está compuesto por sedimentos marinos, lacustres y fluviales que se han ido depositando en la zona a lo largo de los siglos. Su nombre se debe a la variedad de tonalidades que exhibe, cada una con su propia historia geológica.
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El color rosado, que destaca por sus tonos cálidos, está compuesto por arcilla roja, fangolitas y arilitas, con una antigüedad estimada de 3 a 4 millones de años. Por otro lado, el color blanquecino proviene de piedra caliza o calcárea, conocida como cualitas, y tiene una edad aproximada de 400 millones de años. Los colores pardos, marrones y morados están compuestos por plomo y margos arnidosos, ricos en carbonato de calcio, y tienen una edad de 80 a 90 millones de años. El color rojo, por su parte, es el resultado de la presencia de arcilitas y arcillas con alto contenido de hierro, pertenecientes al Terciario superior, con una edad de 3 a 4 millones de años. El color verde se debe a las filitas y pizarras de óxido de cobre, con una antigüedad de 600 millones de años. También encontramos el color pardo terroso, que corresponde a un fanglomerado compuesto por rocas con manganeso del Cuaternario, con una edad de 1 a 2 millones de años. Finalmente, el color amarillo mostaza se origina en areniscas calcáreas con presencia de azufre, con una edad estimada de 80 a 90 millones de años.
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La mejor manera de apreciar y explorar el Macizo de los Siete Colores es recorriéndolo desde la ciudad de Purmamarca, realizando una caminata por la parte trasera del cerro conocida como El Camino de los Colorados, o escalándolo. También se pueden visitar los miradores que rodean el pueblo para contemplar su magnificencia desde el frente. Sin duda, el amanecer es el momento del día más recomendado para observar toda su belleza en plenitud.
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En reconocimiento a su enorme valor cultural y natural, en el año 2003 el Macizo de los Siete Colores fue declarado Sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Este reconocimiento destaca la importancia de preservar este tesoro geológico para las generaciones presentes y futuras, y posiciona a Purmamarca como un destino de relevancia internacional, según publica Wikipedia.
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El Macizo de los Siete Colores, con su espectacular combinación de tonalidades y su vínculo con la historia geológica de la región, cautiva a todos aquellos que se acercan a admirarlo, dejando una huella imborrable en quienes tienen la fortuna de presenciar su esplendor.