Marcelo “Chino” Lavallén, un preceptor y profesor de educación física de 55 años, fue detenido en la noche de este miércoles al quedar firme la condena en su contra a tres años de prisión por el delito de abuso sexual agravado. La víctima fue una adolescente, que era su alumna.
El fallo condenatorio había sido dictado por la jueza de audiencia Alejandra Flavia Ongaro. Ayer, la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso de queja presentado por el defensor de Lavallén, Gastón Gómez, y así la sentencia quedó firme.
Anoche, dijeron fuentes de la causa a Diario Textual, el hombre fue trasladado a una prisión: estaba, hasta el momento, con detención domiciliaria.
En 2018, Lavallén fue encontrado por policías en su auto con una alumna de un colegio secundario donde era preceptor. En ese momento, Lavallén puso en marcha su vehículo, aceleró y luego de una persecución de unas diez cuadras se detuvo. Recién ahí fue detenido por los uniformados. A partir de ese momento, se inició una investigación.
Los hechos probados en su momento por la jueza Ongaro ocurrieron en octubre de 2018, días antes de ser interceptado en el auto, cuando el imputado abusó sexualmente de la adolescente en el departamento de un amigo. El vínculo entre ambos, según detalló oportunamente la jueza, se generó en el ámbito escolar ya que el acusado era preceptor y la víctima su alumna.
Ongaro señaló en su fallo que ese último encuentro “no se produjo azarosamente”: fue planificado. “Fue deliberadamente planificado por el imputado, quien aprovechando sus facultades como preceptor, realizó corrimientos y suspensión de algunas horas de clase, de modo tal que logró que la víctima y su curso se retiraran antes de finalizar la jornada escolar. El paso siguiente fue ofrecerse llevarla –pese a que la estudiante le dijo que iba a la casa de su abuela, ubicada a pocas cuadras del colegio–, para finalmente estacionar en un lugar descampado, sin lograr avanzar debido a la llegada del móvil policial”, detalló.