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“¡No fuimos! ¡No nos maten!”: la súplica de una de las mujeres asesinadas en González Catán

Las víctimas, de 31 años, fueron obligadas a arrodillarse. Una de ellas tenía un disparo en la mejilla y la otra tenía un impacto en la frente. Investigan un ajuste de cuentas vinculado a la venta de drogas.

La zona donde encontraron los cuerpos de las víctimas asesinadas en González Catán. (Foto: Google Maps).

La zona donde encontraron los cuerpos de las víctimas asesinadas en González Catán. (Foto: Google Maps).

Mientras sigue la conmoción en la localidad bonaerense de González Catán por un doble crimen con presunto sello narco ocurrido este martes, se conoció el estremecedor relato de un testigo que aseguró haber escuchado a las víctimas, suplicar por sus vidas antes de que las fusilaran.

“¡Nosotras no fuimos! ¡No nos maten!”, fue el grito desesperado de una mujer que oyó el vecino segundos antes de que la primera detonación pusiera fin abruptamente a los lamentos. A ese primer disparo, le siguieron por lo menos otros cinco o seis.

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Poco después, sobre la calle Gamboa, entre Manuel Arias y Azul, encontraron los cuerpos de Giselle Panelo y Margareth Ayelén Valdez, ambas de 31 años. Más tarde, el médico de la Policía Científica precisó que una de ellas tenía un orificio de bala con entrada en mejilla derecha y salida por la región occipital, mientras que la otra tenía un tiro que le ingresó por la zona frontoparietal derecha, sin salida, y otro en el brazo derecho.

La hipótesis de un ajuste de cuentas

En base a los primeros testimonios en el lugar, las mujeres fueron increpadas por tres hombres armados que las obligaron a ponerse de rodillas y les reclamaban algo con insistencia. “Devuelvan lo que se llevaron”, escucharon decir varios vecinos a los victimarios.

Toda la secuencia no fueron más que segundos y el desenlace fue fatal. El ruego cargado de terror de una de las víctimas, la ráfaga de disparos y después solo silencio. Para cuando empezaron a acercarse los vecinos y llegó la policía, no había ni rastros de los asesinos.

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Con este escenario, y tras identificar a las dos mujeres como consumidoras de pasta base conocidas en la zona, los investigadores se inclinan por un ajuste de cuentas relacionado con la venta de drogas. De hecho, Panelo no volvía a su casa desde diciembre del año pasado y Valdez hacía tres días que no aparecía por su hogar, indicó Télam.

La causa por el doble homicidio quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios de La Matanza, que encabeza el fiscal Federico Medone.