Como es tradicional hace 23 años, el colegio Roque González de Posadas emprende su gesta solidaria a través de la bicicleteada, en la que juntan alimentos no perecederos para luego donarlos a hogares e instituciones que lo necesitan. En ese marco, los hogares de la Fundación Guillermo Hayes de Oberá, recibieron el martes gran cantidad de alimentos producto de esta colecta.
En primer lugar se dirigieron al hogar Santa Teresita del Niño Jesús, uno de los que depende de la fundación y que alberga a personas con discapacidad motriz abandonadas, aunque también dependen de ella el Hogar Virgen de Luján para ancianos abandonados, el Hogar Espíritu Santo para personas con discapacidad mental abandonadas, el Jardín Bíblico y el Centro de Equinoterapia.
Este donativo es de suma importancia para la fundación que desde hace un tiempo viene atravesando una situación crítica en cuanto a lo financiero y con los números en rojo, con deudas que suman varios millones.
“Estamos sumamente agradecidos a todas las personas que hicieron este esfuerzo, pedimos a Dios copiosas bendiciones y que esto se siga multiplicando porque hace mucha falta en este momento y en nuestro país”, dijo a PRIMERA EDICIÓN, el padre Benjamín Barrios, coordinador de los hogares.
Asimismo, el sacerdote que es más conocido como padre “Gigio”, agregó: “Es un honor recibir aquí en nuestros hogares esta donación porque sabemos que el origen es de mucho esfuerzo de todo el personal del colegio”.
Por su parte, el padre John, que trabaja para la institución educativa posadeña y viajó con un grupo de alumnos para hacer entrega de la mercadería, destacó el trabajo mancomunado de toda la comunidad de la escuela, así como de los vecinos en general y las empresas que dieron su aporte.
Mientras que Valentino, un alumno de la escuela, consideró: “Es una experiencia muy linda en la que combinamos el deporte con la solidaridad, que es lo más importante. Es muy lindo poder ayudar a personas que no están en las mismas condiciones que nosotros y ponernos en el lugar del otro”.
Si bien no precisaron la cantidad, desde el colegio posadeño, sostuvieron que se juntaron varias toneladas de alimentos y durante esta semana serían distribuidos a hogares y merenderos de la provincia. Catalogaron esta edición como muy exitosa y récord.
Situación crítica
La situación que atraviesan hoy los hogares de la Fundación Guillermo Hayes se debe a una mala administración y el fin de la ayuda que venía desde Europa.
Hay casi un centenar de personas involucradas entre residentes y trabajadores.
“Nos encontramos con un cuadro muy delicado y una deuda que fue aumentando debido también a la galopante crisis que estamos viviendo en el país y también a algunos errores cometidos por el equipo que tenía cargo la administración anterior”, había expresado el padre Benjamín, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Actualmente, la fundación tiene 58 residentes que se dividen en tres hogares.
En el hogar de Santa Teresita viven 27 personas entre niños, jóvenes y adultos que tienen dificultad motriz; mientras que en el Virgen de Luján hay 14 personas adultos mayores. Por último, en el hogar Espíritu Santo, habitan las personas con lesiones más profundas, son 17, trece varones y cuatro mujeres.
En tanto, son 47 los empleados que trabajan para la fundación.