Con 300.000 hectáreas implantadas en una semana, en la zona nucleo ya se alcanzó el 90% de la siembra. A causa de la “chicharrita”, la cosecha de maíz tardío confirma los magros rindes anticipados.
30 de junio 2024, 18:45hs
De esta manera, el ciclo 2024/25 de este cultivo lograría tener un hectareaje similar al de 2022/23 en la principal región agrícola.
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Con 300.000 hectáreas implantadas en una semana, en la región ya concretaron un 90% de la superficie intencionada de cereal de invierno. En uno de los junio más secos de los últimos 60 años, las precipitaciones del fin de semana largo fueron clave en la provincia de Buenos Aires.
¿Querés recibir más información sobre el campo?
Suscribite acáEn tanto, se espera que este fin de semana esté marcado por la ausencia de lluvias y las fuertes heladas.
“Las mínimas alcanzarán los -3 y -2°C provocando heladas de variada intensidad. Los valores más bajos se pronosticaron para este domingo 30″, señaló el reporte de la entidad santafesina.
“En el corazón de la zona núcleo, junio de 2024 se posiciona como uno de los 6 junio, en los últimos 60 años, con montos totales inferiores a los tres milímetros”, dijo el consultor de la BCR, Alfredo Elorriaga.
En el norte de Buenos Aires, durante los últimos 7 días, la siembra pasó del 30% al 80%. De esta manera, la región lleva sembrado el 90% del cereal de invierno.
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“Pero el otoño culminó con lloviznas y lluvias débiles sobre el noreste bonaerense. Allí, entre el 20 y 26 de junio se registraron 14 a 18 mm acumulados en forma aislada. El valor más alto fue de 17,4 mm y se midió en Rufino, Santa Fe”, describió el reporte.
El mal tiempo del fin de semana largo también ha sido clave para toda la provincia de Buenos Aires. Los mayores montos se registraron en el noreste y sur con valores que han superado los 35 mm.
En una siembra en la que han sido clave las lluvias de abril para superar las dificultades de un mes de junio casi sin agua, se han aprovechado al máximo las condiciones ambientales.
Se destacaron las siembras en profundidad que se realizaron en las semanas cálidas del otoño, buscando humedad.
“El aumento de área se consolida con las posibilidades de cumplir las siembras en el norte de Buenos Aires. Y en el oeste de Córdoba y sur de Santa Fe, donde se ha terminado la siembra, el aumento de área respecto al año pasado es del 20% al 40%. De esta manera, el trigo 2024/25 lograría tener un hectareaje similar al del ciclo 2022/23″, pormenorizó el informe.
Cómo siguió la siembra de trigo en la región
En San Pedro y Baradero, los trigos de ciclo intermedio ya están implantados en más del 90% y la siembra de los de ciclo corto ha comenzado y se espera que pronto finalice.
En el centro sur de Santa Fe y en el sudeste de Córdoba, prácticamente se terminó de implantar el trigo proyectado, con una presencia del cereal que se distingue de la pobre campaña del año pasado, cuando se produjo una de las peores sequías de la historia.
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“Pero faltarían 10 mm para uniformar la humedad en superficie”, agregaron en un comentario que se repite en la región. En tanto, el sur santafesino lleva sembrado un 85%.
Las variedades de ciclos cortos casi que no se han implantado por falta de lluvias en momentos clave.
“El nacimiento y establecimiento son excelentes. Las condiciones de calor y buena humedad tras la siembra han favorecido el desarrollo inicial del trigo”, indicó el reporte.
El impacto de la “chicharrita” en el maíz: la cosecha confirma malos rindes en las siembras de diciembre
Los primeros resultados de cosecha de maíz tardío, es decir los implantados en diciembre, son muy variables.
“Lo primero que se nota es la fecha de siembra. Los sembrados después de los primeros días de diciembre son los más sufridos: los rindes caen de 70 a 80 quintales (en los de noviembre) a 20 o 40″, señaló el panorama.
También el mayor daño se nota en el norte y centro de la región central del país. Un detalle importante: varía mucho el impacto en las cosechadoras, dependiendo de si las plantas han aguantado en pie o están tumbadas.
En Carlos Pellegrini, los rindes de los maíces sembrados en noviembre están entre 70 a 80 quintales por hectárea, mientras que los de diciembre caen de 20 a 35 a causa de la “chicharrita”.
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En María Susana, la cosecha muestra rendimientos decepcionantes, promediando 40 quintales por hectárea, con solo 30 utilizables debido a fuertes problemas de calidad y altos costos de secado.
En Corral de Bustos, el panorama se replica con rendimientos que van de 70 a 90 quintales por hectárea para siembras tempranas de diciembre, mientras que en Inriville los rendimientos caen a 40 quintales por hectárea para siembras más tardías.
Por otro lado, resultados de ensayos en la zona de Alejo Ledesma, suman otra problemática a “la chicharrita”: el vuelco por enfermedades vasculares como fusarium.
“La conclusión es clara: hay una fuerte vulnerabilidad de las siembras tardías a la chicharrita. Los productores evitarán las siembras del maíz tardío y de segunda y, por sobre todo, sembrar maíz en diciembre”, finalizó el informe.