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El desaire de Lula a Gabriela Cerruti y los enojos de la portavoz presidencial


El presidente de Brasil impidió el ingreso de la vocera a una reunión con ministros. Además, Cerruti se quedó afuera de la cena con Alberto Fernández.

La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, volvió a quedar en el ojo de la tormenta y esta vez fue en el marco de la breve visita que el presidente Alberto Fernández junto al ministro de Economía, Sergio Massa, realizaron a Brasil para reunirse con Lula Da Silva con la misión de obtener facilidades crediticias para que las empresas de su país le vendan a la Argentina, en medio de la carencia de dólares que enfrenta el Banco Central, con una desesperante caída de reservas.

Según cuenta el periodista Roberto García, en una nota publicada en Perfil, la vocera del Presidente tuvo algunas «refriegas» con parte de la comitiva en su viaje a Brasil  y citó, por ejemplo, un cruce con la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.

En la columna, se detalla que la ministra le llamó la atención a Daniel Scioli por incluir en la comitiva oficial a parte de su familia. «Tenés que cuidarte, si trasciende te haría mal para la campaña», le habría aconsejado la funcionaria apuntándole que el hecho podría tener repercusión en la prensa y afectar su aspiración como precandidato presidencial. Fue en ese momento cuando intervino Cerruti y le dijo, como marcando la cancha: «De los medios me ocupo yo».

Los roces entre la ministra y la vocera no quedaron ahí porque al llegar a Brasilia, Tolosa Paz quedó llamativamente marginada de la foto de la comitiva con el Presidente. El gesto derivó en una discusión que obligó a la intervención de Alberto Fernández para atenuar el tono de voz de las funcionarias.

Pero lo peor estaría por venir. Tras la reunión de 45 minutos que Alberto Fernández tuvo con su par brasileño estaba prevista una cena entre los mandatarios y los ministros, a la que Tolosa Paz y Cerruti llegaron con la misma tonalidad de vestido. Sin embargo, lo curioso no fue eso sino que el propio Lula fue el encargado de revisar la nómina de los comensales.

Según cuenta García, el mandatario brasileño leyó cada uno de los nombres y preguntó: «¿Quién es Gabriel Cerruti?». Rápidamente le explicaron que hubo un error y que se trataba de la portavoz presidencial. El presidente brasileño tachó el apellido y le dijo que «no participa».

Lula fundamentó que la reunión primera era de trabajo, igual que la cena, y también advirtió que no se necesitaba ningún vínculo con los medios. Sin conocer la explicación del presidente brasileño, Cerruti se la desquitó con el personal de ceremonial, al que responsabilizó por haber quedado afuera del banquete.

Desde ceremonial le hicieron notar a la vocera que no calificaba como ministra para la reunión. “Yo tengo rango de ministro”, devolvió Cerruti furiosa, según relataron los testigos, por la situación. Todo derivó en un griterío que obligó a una nueva intervención del Presidente pidiendo dar por cerrada la discusión y un «pará Gabriela, pará» que se hizo notar.

Eso no frenó a la portavoz, que se metió en la reunión de trabajo de los ministros y al no contar asignado un lugar en la mesa, terminó en la segunda fila de los traductores, detalla la nota. Para esa instancia nadie quería entrar en nuevo roce con la funcionaria y la dejaron permanecer en el lugar.

Pero la mayor sorpresa de la vocera fue que al momento de la cena vio cómo Lorena Scioli, la hija del embajador argentino, se sentó entre los invitados y ella quedó afuera. 

Intimidades e internas de un viaje oficial que concluyó en una frustración en cuanto al objetivo central, porque la comitiva argentina se volvió con las manos vacías y sólo obtuvo el compromiso de Lula de pedir al Fondo Monetario Internacional que se le quite «el cuchillo del cuello a Argentina”.