Mientras los flashes están en los nuevos rastrillajes en el lugar donde desapareció Loan; en Camila, la prima del chico que desmintió a Laudelina; en la tía del nene que está con custodia policial; y en el matrimonio de Pérez y Caillava que niegan haber atropellado al chico de cinco años, en la Escuela N° 137 Pedro Serrano, adonde asistía Loan, el día a día es complicado. Desde la dirección se baja una línea terminante: «Acá no se habla con ningún periodista. ¿Está claro? De lo contrario, habrá suspensiones».
Desde adentro de la escuela, ubicada sobre Belgrano y 25 de Mayo, en el pueblo correntino 9 de Julio, desde el 13 de junio la vida escolar se convirtió en un manojo de nervios y estrés cotidianos que los docentes ya no pueden ocultar ni manejar. «Todo es tensión y cortocircuito», llegan las quejas.
La directora Gabriela Cardozo, que está al frente de la institución desde 2013, no quiere saber nada con el periodismo, que –como es lógico– busca el testimonio de los distintos maestros y de la directora. Pero la cabeza de la escuela es inflexible: «No quiero que nadie hable de Loan y menos con el periodismo».
Una allegada a la institución, que conoce muy bien los rincones de la 137, admitió estar harta de la situación. «Hay una psicosis tremenda, por algo será, ¿no? Habrá alguien que tiene miedo de algo… En lo personal ya no quiero trabajar más… Hay mucha persecuta, se pretende que tengamos jornadas normales como si Loan no existiera… También está prohibido mencionar a los seis detenidos, de los cuales uno de ellos es conocedor del colegio«, puntualiza la fuente.
Ventanas cerradas, cortinas corridas y como modus operandi esperar que se vayan los medios que están de guardia en la vereda de enfrente para abandonar la institución. «Acá son como el avestruz, esconden la cabeza. Desde hace veinte días que esta escuela es la sucursal del manicomio», grafica una habitué del lugar.
Fachada de la Escuela 137, sobre la calle Belgrano, adonde el comisario Maciel estuvo sacando fotos.Pero hay una explicación que justificaría el comportamiento huidizo de Cardozo: el detenido comisario Walter Maciel, «arquitecto del encubrimiento», como lo describe el abogado Fernando Burlando, «estuvo varias veces en la escuela sacando fotos sin la autorización de los padres», acusa la madre de un alumno, y sigue: «Y la directora Gabriela Cardozo lo permitió, aunque ahora lo niegue, no los niegue en la cara. Es más, con otras mamás y papás estamos seguras que en los teléfonos de Maciel y en el de ella deben tener fotos juntos y de ahí el cagazo«.
Clarín pudo reunir varios testimonios que aseguran que el comisario no sólo tenía vía libre para entrar a la escuela «sino que le coqueteaba a la directora, que no le daba calce, aunque ella siempre aceptaba todos los requerimientos del comisario: ‘Sí, comisario’, ‘como usted diga señor comisario’, ‘sus palabras son órdenes, comisario’, imposta la voz otra madre indignada.
Debe ser la única persona que endiosaba a ese señor (Maciel), que desde que llegó en febrero de este año a 9 de Julio sólo sucedieron pesadillas en este lugar que siempre fue tranquilo».
Gabriela Cardozo es señalada por permitirle al comisario Maciel entrar a tomar fotos de los chicos.¿Por dónde pasa la inquietud de la directora Cardozo? «La urticaria que está teniendo es porque el comisario Maciel cuando no venía él, enviaba a sus mandaderos a sacar fotos de los alumnos del turno mañana, supuestamente para que su personal policial justifique que estaban haciendo control en la entrada de la escuela. Entonces el temor tiene que ver con eso y que cuando se abra el teléfono de Maciel seguramente van a aparecer esas fotos de los chicos y alguna con la directora».
Algunas docentes miraban con malos ojos esos comportamientos policiales, «pero Cardozo no decía nada porque siempre quería complacerlo, le gusta figurar, estar en las altas esferas… Entonces ahora, con todo el despelote que se armó, le viene la diarrea pero a nosotros nos vuelven locas con un montón de boludeces. Pero son las autoridades las que no quieren hablar con los medios de prensa por temor a lo que les vayan a preguntar. Quizás la directora no lo hizo con mala intención, pero ella más que nadie sabe que no se puede fotografiar a menores sin la autorización del tutor… Y mirá lo que terminó pasando».
Al comisario Walter Maciel lo vieron sacando fotos en la escuela 137, adonde asistía Loan Peña.«¿Por qué el comisario Maciel o su gente iban a la escuela a sacar fotos? «Estarían haciendo logística», conjeturan dos madres nacidas y criadas en 9 de Julio que coinciden que «desde el primer minuto de Maciel en el pueblo todo empezó a pudrirse, porque simplemente sabíamos que era un delincuente, un corrupto que traía antecedentes de abuso sexual y maltrato psicológico. La directora es una estúpida y ahora se está comiendo las paredes, no sabe qué hacer y quizás sea el momento de que vaya a prestar testimonio».
«¿Por qué no hubo clases el 13 de junio?»
El jueves 13 de junio, en la Escuela Serrano se realizó el Encuentro Provincial de Atletismo Categoría Sub-12 en el que sólo participaron chicos de sexto grado, con lo cual el resto de los alumnos, llamativamente, no tendría clases.
«No sé mandó ninguna comunicación por escrito a los padres explicando por qué no debían ir ese día al colegio. Sólo se les dijo de palabra que no fueran y es por eso que Loan no asistió ese día. Por tal motivo José Peña, el papá, respondió siempre lo mismo cuando se le consultó. ‘Como no tuvo clases ese día fuimos al campo, a la casa de su abuela’, lo que pone los pelos de punta a las máximas autoridades del Ministerio de Educación».
«La relación de la directora con el comisario Cardozo por momentos era de coqueteo y ella a todo le decía que sí», dice una fuente confiable.«Entonces, cuando la supervisora y la presidente del Consejo General de Educación, con base en la ciudad de Corrientes, ven que José Peña respondió así, le preguntaron a Cardozo por qué ese día no tuvieron clases, a lo que la directora respondió que la razón fue el encuentro de atletismo. Hoy, con el diario del lunes, claramente se manejó muy mal: los que no somos maestros de sexto grado debimos haber estado dando clases normales o, en su defecto, se debió haber organizado alguna otra actividad como juegos tradicionales para el resto del alumnado».
La persona que habla con Clarín cree que «la escuela debió haber mandado un comunicado formal explicando la situación e invitando a los padres de los demás alumnos que no competían a participar del evento o, en su defecto, a realizar actividades como carrera de embolsados, gallito ciego o el juego de la cuchara y el huevo, por ejemplo».
Cardozo se ganó un buen reto de parte del Consejo de Educación, que le recriminó no haber tomado todas las precauciones. «Evidentemente hay un grado de culpa en la directora, ya que de haber habido clases, Loan no se habría ido al campo. Loan desaparece justo a la hora que debía estar en la escuela».
Un mensaje en el patio para Loan: «Toda tu escuela espera por ti».Además, Clarín pudo averiguar que en otras escuelas de los alrededores de 9 de Julio, el 13 de junio sí hubo clases normalmente, como en la N°800, que está a 2 kilómetros del pueblo, y en otra que está camino a Gobernador Martínez, a 4 kilómetros. «Por eso hay tanta paranoia y psicosis, por temor a que se devele todo esto».
Cardozo no quiso responder a los distintos intentos que hizo Clarín para comunicarse con ella.
MG