«Vamos a desregular el reloj», bromeó el presidente Javier Milei cuando el escribano confundió la hora de la asunción del flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. «Qué lujo que me estoy dando», lo elogió el mandatario.

Así, en un clima relajado, Sturzenegger juró como funcionario en la tercera presidencia que acompañará en su carrera. De sus anteriores pasos, uno de sus legados que más rescata es el cambio de la familia de billetes de los pesos argentinos por animales. De hecho, su foto de perfil en WhatsApp es el yaguareté que aparece en el billete de $ 500.

De este paso, en cambio, se podrá proyectar como el Roberto Dromi moderno, para retomar la herencia del hombre que encaró hace 35 años la reforma del Estado junto a Carlos Menem.

El nuevo ministro anticipó a la prensa en Casa Rosada que «la semana que viene o quizás la otra» enviará al Congreso el proyecto de «ley de hojarascas». «Se refiere a un compendio de varias decenas leyes que quedaron obsoletas y que afectan a los derechos de propiedad. Esperamos un muy lindo debate; es un primer paso para retomar la agenda legislativa después de la Ley Bases», contó.

El ex Secretario de Política Económica de la Nación en 2001, con Fernando De la Rúa, y ex presidente del Banco Central (BCRA) entre 2015 y 2018, con Mauricio Macri, encontró en el libertario Milei una mente afín a su plan. Aunque originalmente trabajó en cambios a 3796 leyes para la candidatura de Patricia Bullrich, se acopló rápidamente a La Libertad Avanza. Algunas de esas modificaciones ya se hicieron norma con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 y la Ley Bases.

«Mi línea de trabajo es la libertad económica. Hay una famosa frase que dice que cuantas más leyes, menos justicia. Creo que Argentina está un poco sobrecargada de normas y de regulaciones, y el Presidente me pidió que avancemos en sacarle ese pie de encima a la actividad productiva. Es una de las maneras más eficaces para promover el crecimiento de la economía y el empleo», señaló Sturzenegger.

Según el decreto 585/2024, Sturzenegger tendrá unas 27 competencias, entre ellas simplificar y reducir al Estado, impulsar el crédito, aumentar la competitividad, revisar esquemas tributarios y exenciones impositivas y gestionar el empleo público.

Aunque aún no se conoce su equipo, están cerca de él Lucas Llach, quien lo acompañó previamente como vicepresidente del BCRA, y Shunko Rojas, ex subsecretario de Comercio Exterior durante la era Macri. Los tres tienen repetidos ingresos a la Quinta de Olivos para cranear con el jefe de Estado las desregulaciones, según consta en los registros oficiales.

A otro que se lo vio en el Salón Blanco de la casa de Gobierno fue al economista Eduardo Levy Yeyati, quien trabajó en artículos académicos con el flamante ministro.

El diputado Fernando Iglesias, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, sufrió unos 10 minutos el intenso frío de la Ciudad de Buenos Aires hasta que le habilitaron el paso por la puerta de Balcarce 24. Su siguiente paso también tuvo un dejo de amargura: como previa al ingreso al acto, tuvo que esperar junto al resto de los invitados en el Salón Eva Perón, al que todavía no le cambiaron el nombre.

En tanto, el ministro de Economía, Luis Caputo, le propinó un abrazo y palmada respetuosa para felicitarlo a su viejo rival durante el gobierno de Macri. Si hay pica, no se notó. De hecho, la semana pasada el titular de Hacienda señaló que la tarea de Sturzenegger será la más importante de este Gobierno. «La Argentina es una maraña de trabas», puntualizó.