Jueves 13 de junio de 2024: 14.15.
En la casa de la abuela Catalina Peña (86), en el paraje El Algarrobal, en la localidad de 9 de Julio (Corrientes), una comida familiar -con inusuales invitados extra- comenzó a convertirse en el escenario de una las historias policiales más complejas de los últimos tiempos: Loan Danilo Peña (5) -nieto de Catalina- no estaba con los otros chicos, no aparecía por ningún lado.
A esa misma hora, tal vez unos cinco minutos antes, el comisario Walter Maciel (45) llegó a la seccional de 9 de Julio. Casi al instante, dijo que estaba muy cansado, que se iría a su casa. Lo mismo había hecho el día anterior, el miércoles 12, alegando que el 13 era la fiesta de San Antonio e iba a juntar fuerzas para enfrentar una jornada larga.
Según declaró su segundo, el oficial Eduardo Rafael Torres(31), el 13 de junio Maciel ordenó que lo llevaran a su casa en un auto policial. De la seccional salieron rumbo a su domicilio a las 14,30. Maciel dio la orden de que solo lo llamaran si había alguna emergencia.
Jueves 13 de junio de 2024: 15.45.
La funcionaria municipal María Victoria Caillava (52) -que había asistido al almuerzo en lo de la abuela Catalina junto a su esposo, el marino retirado Carlos Guido Pérez (62)– llamó al celular del policía Mariano Duarte (37) y denunció la desaparición de Loan. Duarte no estaba de servicio, por eso le avisó a Torres y este llamó a su compañero Orlando Ezequiel Cáceres (38).
El primero -como jefe de actuaciones- y el segundo -como jefe de guardia- serían centrales en las horas que siguieron y hoy sus testimonios se convirtieron en una punta que complica a su antiguo superior. ¿Por qué?
El último almuerzo de Loan en el paraje El Algarrobal, de 9 de Julio, Corrientes.La primera razón es que el comisario Walter Maciel estuvo desaparecido, al parecer sin coartada, entre las 14.30 y las 16 del jueves 13, momentos cruciales en la desaparición de Loan. ¿Estaba durmiendo la siesta en su casa? ¿Con alguna amante? ¿Se estaba ocupando de ayudar en la sustracción de Loan y su encubrimiento?
Gran parte de esto se empezará a develar cuando se termine de analizar su teléfono celular, actualmente en peritaje en Buenos Aires.
Por lo pronto, los testimonios de los policías Torres y Cáceres no lo ayudan.
El comisario Walter Maciel y Laudelina Peña, presos por el caso Loan.Torres declaró varias cosas interesantes el domingo pasado en la División Unidad Operativa Federal (DUOF) Goya, de la Policía Federal. Entre ellas que, cuando llegó a la comisaría la noticia de la desaparición de Loan, llamaron tres veces al celular de Maciel, pero éste no les contestó.
Torres contó que entonces fueron a buscarlo a su casa personalmente. Eran las 16 del jueves 13 cuando llegaron al domicilio y tocaron la puerta. Les abrió Maciel. En principio no estaba con nadie. Ahí lo notificaron.
Siguieron las cosas extrañas.
El allanamiento en la comisaría. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial.Para empezar, Maciel lo mandó a Torres no a la casa de Catalina Peña, sino a seguir atento al operativo por la procesión de San Antonio. Pidió que un auto policial lo pasara a buscar a las 16.30 y quince minutos después estuvo en El Algarrobal, a unos ocho kilómetros del centro de 9 de Julio.
En ese momento hizo algo que también resultó sospechoso para los investigadores federales: se sacó de encima a los oficiales que estaban hablando con los testigos y los mandó al monte a buscar al nene. Se quedó solo para hablar con los participantes del almuerzo.
Pero ahí no termina la cosa, sino que se va poniendo más compleja.
José, papá de Loan. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial.Tras tres semanas de búsqueda infructuosa, todos tipo de maniobras, mentiras y versiones, los detectives de la Federal encargados de buscar pistas se toparon la semana pasada con los testimonios de los policías Torres y Cáceres, muy valorados por los fiscales federales Mariano De Guzmán, de Goya, y Marcelo Colombo y Alejandra Mángano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex).
Torres le echó tierra a su jefe sin que se le moviera un pelo. Cáceres confirmó todo, pero muchísimo más nervioso, al punto de que pidió declarar ante la jueza federal de Goya Cristina Pozzer Penzo. Ahí la situación del comisario se agravó más.
Cáceres repitió lo que les había confirmado a los policías de la DUOF sin dar detalles: el 14 de junio el comisario Walter Maciel le ordenó que consignara de forma distinta la real la hora en la que les había llegado la noticia de la desaparición de Loan.
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Cristina Pozzer Penzo evitó dar precisiones sobre el testimonio del jefe de guardia de la comisaría que encabezaba Walter Maciel, ahora detenido.
La verdadera era 15.45 y en el libro de actas (secuestrado por la Justicia el 19 de junio) terminaron anotando 16.15.
Todo raro, tan raro como todo lo que, día a día, destapa la investigación de la desaparición de Loan Danilo Peña.
¿Qué hizo el comisario Maciel a la hora de la siesta un día que se suponía iba a estar recargado de trabajo? ¿Por qué no atendió el teléfono cuando lo llamaron insistentemente de la seccional?
Para Miguel Ángel Pierri, el experimentado abogado que acaba de asumir su defensa, no hay misterio alguno: «Maciel es un irresponsable, un mal policía, seguro estaba durmiendo la siesta y quiso cubrirse. Pero no tuvo nada que ver con la desaparición de Loan», le dijo a Clarín.
Como todo en los últimos 25 dias, ya se verá.
EMJ