En un mundo de constante bombardeo de estímulos, un adulto promedio puede mantener su atención «plena» por ocho segundos. Menos tiempo del que puede prestar un pez dorado. Y esta marca es aún más baja cuando se habla de las personas que forman parte de la Generación Z, los nacidos en la era de la hiperconexión. Esto presenta un desafío para los generadores de contenidos y las marcas, que tienen que ganar una competencia constante por la atención de sus posibles consumidores.
Con esto en mente, Mastercard, la compañía que este 2024 celebra 30 años como sponsor principal de la Copa América que se define por estos días en Estados Unidos, desplegó una estrategia para ir más allá del mundo de los pagos: basada en las emociones y la Inteligencia Artificial.
Además de experiencias “sin precio”, que pueden estar asociadas a viajes, competencias deportivas o gastronomía, la firma pone toda su artillería en la tecnología, sobre todo en los modelos de inteligencia artificial. La firma desarrolla por estos días un asistente personalizado de IA para que los usuarios puedan mantener conversaciones que vayan mucho más allá del asesoramiento comercial.
El prototipo que se presentó este lunes en Nueva York ante periodistas de toda la región que participaron del Mastercard Tech Hub 2024 es una jovencita de nombre MIA (Mastercard IA) que sonríe, parpadea, pestañea y que puede resolver preguntas tan universales como “¿qué comemos?”, “¿qué le regalo a mi suegra para su cumpleaños?” o “¿cómo organizo mis próximas vacaciones’”. Al mismo tiempo, la apuesta es que este asistente pueda ayudar a pequeños comercios y emprendedores a hacer crecer su negocio, dando el asesoramiento que brindaría un un Chief Financial Officer (CFO), por ejemplo. Mastercard espera que en menos de un año este prototipo pueda ser lanzado a nivel global.
“Tenemos casi 33 mil millones de transacciones cada año. De una forma u otra, la inteligencia artificial ya toca cada una de esas operaciones. Esto incluye alrededor de 100 modelos de AI. Estamos en 210 países, a través de 150 monedas”, explicó Nima Sepasy, vicepresidente Senior de Innovación en Mastercard.
“En los últimos años la AI ha tenido mucha atención, pero la tecnología tiene ahora alrededor de 60 años, y la hemos estado usando para la detección de fraude, y un número de cosas diferentes, como la seguridad cibernética, la ruta de transacciones, durante casi un par de décadas”, dijo Sepasy que destacó que lo interesante del momento actual es que la tecnología de inteligencia artificial “ha salido de bambalinas” y ahora está a mano de todos los consumidores para que puedan interactuar con ella, “La interfaz ha cambiado, y como resultado, estamos buscando nuevas oportunidades para aportar a la tecnología
Mientras Mastercard termina de delinear detalles de este nuevo desarrollo, que incluyen temas para nada sencillos como la seguridad de los usuarios, el manejo de los datos y la ética en el uso de la IA, toda esta tecnología ya está puesta en garantizar la seguridad de los pagos y prevenir el fraude y los ciberdelitos. ”Si el crimen cibernético fuera un país, sería la tercera más grande del mundo, después de Estados Unidos y China. Es una industria vibrante que está recibiendo inversiones significativas, un aporte significativo de mano de obra y tecnología y, por eso, hay miles de personas que trabajan todos los días en nuestra empresa para combatirlo”, dijo por su parte Chris Reid, el vicepresidente Ejecutivo de Soluciones de Identidad a nivel mundial en Mastercard.
Aquí toda la artillería está puesta en garantizar la seguridad de los datos de la red, desde los consumidores, las tarjetas, los bancos y de todo el sistema para prevenir cualquier tipo de delito. Y también en detectar en milésimas de segundos si se produce una operación sospechosa. Se usan sistemas de machine learning para detectar qué tipos de consumos son habituales, lo que incluye momentos y lugares habituales o posibles y de biometría para encontrar cualquier anomalía en el uso de los dispositivos móviles. “Después de 10 usos de su dispositivo, siempre es casi imposible que alguien pueda replicar cómo sostiene su dispositivo y cómo tipea en é”, dijo Reid y explicó que esta autenticación biométrica sirve para garantizar que las operaciones sean seguras.
“Podemos darles a los bancos toda esta información para que les sea más sencillo aprobar un pago o un envío de dinero. A su vez, la biometría sirve como un segundo paso de autenticación, más sencillo que el recordar miles de claves”, sumó y recordó que, en Uruguay, Mastercard lanzó recientemente pagos biométricos en supermercados, con la posibilidad de pagar sin tarjetas ni teléfonos, solo con la palma de la mano.
SN