Más de 135 millones de personas en 48 estados han sido alertadas por temperaturas extremadamente altas y se prevé que continúen hasta el fin de semana.
Hoy 21:00
Una ola de calor implacable ha golpeado gran parte de Estados Unidos en los últimos días, provocando la muerte de al menos 27 personas según informes de funcionarios estatales, médicos forenses y medios de comunicación.
Las víctimas, principalmente en California, Oregón y Arizona, podrían aumentar a medida que se evalúen más casos relacionados con la ola de calor que comenzó la semana pasada. Más de 135 millones de personas en los 48 estados han estado bajo alerta por calor, y se espera que persista hasta el fin de semana. En California, las muertes han sido especialmente significativas, con registros de temperaturas récord en ciudades como San José, Fresno y Oakland.
En el condado de Santa Clara, Michelle Jordan, forense jefe, informó que su oficina investiga 14 posibles muertes relacionadas con el calor, la mayoría de ellas personas mayores encontradas en sus hogares. Además, se han registrado muertes en situaciones vulnerables como personas sin hogar y en viviendas de transición.
Ola de Calor
En Oregon, las autoridades también sospechan que el calor ha sido responsable de varias muertes, incluidas seis en la zona de Portland. La incidencia se ha visto también en Arizona, donde una niña de 4 meses falleció por complicaciones relacionadas con el calor en el lago Havasu.
El aumento de las temperaturas ha establecido cientos de récords de calor en todo el país, afectando incluso a la Costa Este, donde ciudades como Raleigh y Maryland han experimentado máximas históricas.
A pesar de la gravedad de la situación, la exactitud en la contabilización de las muertes por calor sigue siendo un desafío, a menudo siendo subestimadas o mal clasificadas como otras condiciones médicas. Sin embargo, expertos señalan un aumento constante en las muertes por calor en los últimos años, lo que refleja un problema creciente que está captando más atención pública y médica.
La conciencia sobre los peligros del calor extremo está aumentando, algo crucial para mejorar la respuesta y prevención en el futuro.