Acindar –la siderúrgica del grupo Arcelor-Mittal con más de 80 años de operaciones– se prepara para retomar el lunes la producción en tres de sus cinco plantas que tiene paradas desde el 24 de junio por la caída de las ventas de acero a la industria y la construcción.

Pero un anuncio de paro amenaza con frenar sus planes. En medio del conflicto gremial que lleva seis meses, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) convocó a una medida de fuerza para el lunes en disconformidad de la propuesta salarial ofrecida por la compañía, en el marco de la negociación de las paritarias del sector correspondientes al cierre de 2023, en la que la entidad argumenta una pérdida de 10 puntos porcentuales en la propuesta de la patronal.

La compañía asegura que aún no recibió ninguna notificación por parte del gremio. Pero la UOM sostiene que la decisión ya está tomada. El lunes está prevista una audiencia en la Secretaría de Empleo Público. Si no se llega a un acuerdo, el sindicato quiere parar por tiempo indeterminado.

El mes pasado, cuando informó la decisión, la empresa anticipó que esperaba reactivar las plantas el 15 de julio. Es su segundo parate en lo que va de 2024, uno de los más abruptos de su historia.

Acindar paró dos veces su producción en lo que va de 2024. Foto: archivo“Hay un esquema de paradas pautado con distintas fechas de inicio. Para el 15 de julio ya deberían estar operando normalmente. Es para ajustar stocks a la demanda”, le explicaron a Clarín fuentes cercanas a la empresa.

Según la compañía, afecta a 450 empleados dentro de convenio de un total de 3.500 trabajadores (1.500 están bajo este marco y 2.000 son indirectos). El sindicato habla de 600. Hasta ahora, hubo 40 trabajadores que aceptaron retiros voluntarios y un recorte de 150 contratados.

Caída de las ventas de acero

Acindar apagó los motores por tres semanas en los sectores de acería, trenes laminadores y alambre del complejo de Villa Constitución, Santa Fe, su principal establecimiento con un proceso de producción integrado de aceros largos.

También paró la actividad en la planta de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, de aceros largos y perfiles livianos; y la de Villa Mercedes (San Luis), que hace mallas especiales y clavos. En mayo, la firma le había anticipado a Clarín que analizaba tomar esta decisión hacia fin de junio y por tres semanas.

Acindar recortó sus perspectivas de despacho por la baja del consumo. Foto: archivoPor el momento, las fábricas de La Tablada (provincia de Buenos Aires) –que produce alambres y donde se ubica la sede corporativa– y Rosario (Santa Fe) –donde tiene un centro integrado de servicios siderúrgicos– funcionan con normalidad.

La siderúrgica está con un nivel de producción aún menor que en marzo, cuando frenó su actividad entre el 18 de ese mes y el 15 de abril: la caída supera al 44% de la capacidad instalada. Y ya recortó sus perspectivas de despacho por la baja del consumo de este insumo esencial para sectores como construcción –con la obra pública parada y retrasos en obras privadas–, petróleo, energía, industria automotriz y agro.

Mientras que concluyó 2023 con ventas anuales por 1,2 millones de toneladas, espera terminar 2024 con 600.000 en el mejor de los casos. El número quedaría por debajo de las 870.000 toneladas alcanzadas en plena pandemia, en 2020.

En el sector, hay preocupación por la implementación del Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI), ya que el acero de Acindar competiría con el de China. En la industria afirman que sobran 600 millones de toneladas del material en el mundo, 100 veces la producción de la Argentina.

La producción de acero crudo cayó en mayo 1,5% contra abril y 29,4% interanual, según los últimos datos de la Cámara Argentina de Acero. En la caída de mayo influye la adhesión de la UOM al paro general nacional convocado por la CGT