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El dólar blue toca $ 1.500: las razones por las que no encuentra techo

El dólar blue sigue sorprendiendo y en esta rueda muestra que aún no encuentra techo. Dio un salto de 35 pesos en la apertura y ya se vende a $ 1.500, un precio récord a nivel nominal.

En lo que va de junio escaló 95 pesos, equivalente al 6%, por lo que se va disociando tanto de la inflación del mes -estimada en 4% para julio por los analistas privados- como de los dólares financieros, que hoy cotizan por debajo de los $ 1.430. El contado con liqui está en $ 1428 y el MEP en $ 1.426.

¿Por qué el blue sigue subiendo si la inflación se desacelera?

Son varios los motivos. El primero es que venía muy retrasado respecto de la suba de la inflación, que en el primer semestre rondó el 85%, mientras el informal, aún contando al suba de esta semana, escala 50%.

Entre febrero y abril los dólares alternativos estuvieron planchados por la caída de la actividad y la pérdida de poder adquisitivo, que llevó a muchos ahorrista a tener que vender el «canuto» de dólares ahorrados para poder pagar las cuentas.

Este escenario empezó a revertirse en abril, cuando el Banco Central inició una brusca baja de tasas que hizo que cualquier colocación en pesos tanto en los plazos fijos como en los fondos comunes de inversión y en las billeteras virtuales pasaron a tener un rendimiento negativo. Así, comenzó una migración de los ahorristas hacia el dólar, que se potenció en las últimas semanas por la combinación del cobro de aguinaldo con una cierta recuperación de los salarios frente a la inflación, lo que le volvió a dar a una parte de la sociedad algún poder de ahorro que se canalizó en la divisa, ante la falta de opciones en pesos.

Esto se potenció con un escenario macro que hace ver tanto a los analistas como a la gente común que el dólar está atrasado, por lo que pese a que el Gobierno se empeña en negarlo, persiste la idea de que habrá alguna corrección en el mediano plazo. Con esa expectativas, los argentinos prefieren estar cubiertos en moneda dura.

Aunque suben menos, los dólares financieros también vienen repuntando, por las mismas razones que el blue, sumados a que la incertidumbre de los operadores se potencia con la débil performance del Banco Central en materia de reservas.

El equipo de Santiago Bausili llegó a comprar US$ 18.000 millones en el mercado desde el cambio de gobierno, apoyado en la baja demanda por las restricciones a las importaciones y la persistencia del cepo. Pero este ciclo positivo empezó a revertirse en junio, cuando se abrió la canilla para los importadores.

A la vez esto se combinó con una menor oferta porque ante una cosecha más alta, los productores liquidan los mismos montos del año pasado y prefieren esperar a ver qué ocurre con el tipo de cambio y en el medio aprovechar la baja de las tasas para enfrentar sus pasivos tomando crédito.

La frutilla de todo este combo es la confirmación de parte del Gobierno de que la salida del cepo aún no aparece en el horizonte. Tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía Luis Caputo aseguran que se mantendrá el crawling peg del 2% mensual para el dólar y que recién se saldrá del cepo cuando estén dadas las condiciones: sanear a pleno los pasivos del Banco Central y lograr que la inflación converja a la tasa de devaluación prevista.

La otra condición para terminar con el cepo es conseguir plata fresca -que debería provenir de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario que aún no empezó a negociarse-, condición central para que el Gobierno, con reservas hoy escasas, cuente con fondos para enfrentar una posible corrida cambiaria con potencial de llevarse puesto el esquema de desinflación que hoy es el principal activo de Milei.