Hace años que proteccionistas buscan que avance una causa que investiga ataques a perros, gatos, erizos y cobayos. Las acusadas se presentan como rescatistas y prometen adoptarlos. Este sábado, hay una marcha en Monte Grande.
13 de julio 2024, 05:59hs
Es que desde épocas de pandemia que comenzaron las denuncias contra una familia -que en su momento vivía en la localidad de Turdera, pero que poco después se mudó- por presunto maltrato animal. Se trata de madre e hija, quienes están acusadas de estos actos violentos. La Justicia también investiga al tío de la chica.
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L.D.R. trabajó como médica pediatra en el Hospital Municipal Santamarina del partido de Esteban Echeverría, pero luego de las reiteradas denuncias sobre este delito, decidieron suspenderla y posteriormente fue despedida del centro de salud. “La desvinculación se dio a partir de que se conoció ese tema”, indicaron desde el Municipio a TN.
Una de las gatitas rescatadas. (Video: gentileza Leonela Barros)
Sin embargo, a pesar de que fue despedida de su trabajo, las proteccionistas sostienen que no hubo avances en todo este tiempo y la causa se encuentra estancada. Por eso es que le piden a la Justicia que actúe antes de que haya más víctimas.
El inicio de la denuncia
El reclamo de las rescatistas comenzó luego de que desde un domicilio de Turdera salieran constantemente animales heridos, con patas mutiladas, quebraduras y hasta con uñas arrancadas, según consta en la denuncia que presentaron, pero particularmente ante un caso que fue clave.
“Beatriz, que es proteccionista, estaba en un grupo de WhatsApp de rescate de animales y la hija de la médica pediatra mandaba videos de una gata diciendo que se encontraba mal y decía que su mamá la iba a matar. De todo esto hay pruebas. Inclusive contó que la madre les inyectaba potasio”, explicó a este medio Leonela Barros, rescatista de animales y quien lleva adelante la denuncia.
En ese momento, la chica tenía 15, pero hoy ya tiene 18. De acuerdo a lo informado por las denunciantes, desde que era menor que pedía animales de todo tipo por Facebook: perros adultos, cachorros, lactantes, gatos, pájaros y hasta un erizo. Prometía cuidarlos, curarlos y darlos en adopción o quedárselos para su “refugio”. Sin embargo, esos mismos animales después terminaban muertos o heridos. Otros se perdían y los vecinos los encontraban merodeando por el barrio agonizando.
Tras ello, la mujer hizo una publicación en distintos grupos para pedir ayuda para buscar al gato que se había perdido y en el medio se encontró con Paloma, una joven que contó que la entonces adolescente se había ofrecido a ser nodriza de unos gatitos lactantes. Ella se los llevó a su casa, pero de un momento a otro le avisó que se habían muerto en condiciones muy sospechosas. Esos dos casos fueron los que finalmente dieron lugar a una investigación que ya lleva tres años.
Leonela, que en ese momento vivía en Turdera, se contactó con Beatriz por redes. Juntas iniciaron la denuncia, buscaron muchas alternativas para intervenir en el caso y conseguir que madre e hija dejen de maltratar a los animales. “Una vecina me contó que esta piba viene hace muchos años así. Ella vio como revoleaba animales con las extremidades arrancadas y ha visto desde su casa como arrojaba crías contra el piso”, precisó.
“La causa la archivaron a los dos días de hacer el allanamiento que se llevó adelante por la presión social. El comisario es amigo de la médica y por eso la denuncia no avanzó”, comentó Barros.
De ese allanamiento se llevaron tres gatos. “Dos estaban mutilados: a uno le faltaba una pata y el otro tenía un tajo en la cabeza que tuvo que ser operado. El tercero se encontraba sano”, aclaró Leonela. “Pero las autoridades de Zoonosis de Lomas de Zamora hicieron un informe positivo diciendo que los animales estaban bien y archivaron la causa”, lamentó.
Si bien la principal denunciada en la causa es la hija de la pediatra, se logró constatar que algunos de los animales rescatados tenían exceso de potasio en sangre, el cual habría sido inyectado por la mayor de las involucradas, situación que la convierte también en responsable del delito de maltrato animal. Además, del testimonio de los vecinos que aseguran que la médica fue quien comenzó con estas agresiones, incluso cuando su hija era muy chica.
Sumado a ello, el hermano de la médica también fue visto por varios testigos agrediendo perros y gatos, por lo que se investiga su participación.
En diciembre la pediatra fue desafectada del Hospital Santamarina, pero las proteccionistas aseguran que sigue trabajando como médica para una empresa privada. Este medio intentó comunicarse con ella, pero no obtuvo respuesta.
Con respecto a los animales rescatados, muchos fueron adoptados por sus propias rescatistas o se encuentran en refugios. Ellos, forman parte de la causa y tanto sus nuevas familias, como los veterinarios que testificaron los maltratos, están a la espera de ser llamados a declarar para ratificar las agresiones.
Mientras tanto, ambas mujeres siguen pidiendo animales por Facebook con la promesa de cuidarlos y darlos en adopción. Sin embargo, una vez que son descubiertas, dejan de utilizar esos perfiles y se crean nuevos para seguir atacando, inclusive cambiaron de números telefónicos en diferentes oportunidades, según indicó Leonela.
Este sábado, las denunciantes convocaron a una marcha desde las 15 sobre la calle General Paz, en Monte Grande, para repudiar estos actos y reclamar mayor intervención judicial.
La Ley Conan en debate
Hace algunos días entró a la Cámara de Diputados el proyecto de Ley Conan, impulsado por el legislador Damián Arabia, que agrava las penas y multas para quienes maltraten y abandonen animales.
En este caso, las condenas para delitos de esta índole podrían castigarse hasta con cinco años de prisión.
“No estamos de acuerdo en muchos puntos, pero es un paso y lo apoyamos totalmente”, precisó Leonela y añadió: “Es necesario que el Estado escriba normas para evolucionar como sociedad”.