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El dolor de la familia del cirujano asesinado en Morón hace un año: “Juan era un servidor y nadie lo cuidó”

Los asesinos de Juan Carlos Cruz eran menores cuando le dispararon a quemarropa en la cabeza para robarle el auto, en agosto pasado. El juicio abreviado será en agosto y el fiscal pidió penas de entre 10 y 13 años para los acusados.

Mariano López Blasco

14 de julio 2024, 06:00hs

Tenía 52 años y era cirujano en el Hospital Carrillo. Lo mataron a quemarropa para robarle el auto. (Foto: Facebook / Juan Carlos Cruz)

Tenía 52 años y era cirujano en el Hospital Carrillo. Lo mataron a quemarropa para robarle el auto. (Foto: Facebook / Juan Carlos Cruz)

La vocación de servicio, la pasión por salvar vidas, eran cualidades innegociables para Juan Carlos Cruz (52). Las gestó cuando soñaba con ser bombero durante su temprana infancia en un terrenito de Lugano, y las cultivaba a diario en su profesión de médico cirujano torácico. Hace casi un año, la vida de Juan Carlos se truncó al toparse con tres menores que le dispararon a quemarropa en la cabeza para robarle el auto, a plena luz del día, en la localidad de Morón.

En el juicio abreviado a realizarse el mes próximo, el Juzgado N°2 del Fuero de Responsabilidad Juvenil evaluará la culpabilidad de los acusados por “homicidio criminis causae, robo agravado por el uso de arma y tenencia ilegal de arma de guerra”. El jueves pasado, en la audiencia previa al debate, la fiscalía confirmó la solicitud de penas de entre 10 y 13 años para L.V.M, T.T.S (ambos de 17 años al momento del hecho) y G.M (16).

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“La condena no compensará el daño ocasionado y las leyes son obsoletas. Para nosotros, el dolor es perpetuo. Como cayó mi hermano, caen cientos cada año. La inseguridad no cesa y las penas no son suficientes”, reaccionó Marcelina, hermana de la víctima, en conversación con TN.

“Le quisimos dar un susto y se nos escapó el tiro”

Hasta ahora, amén de que uno de ellos se despegó inicialmente del hecho, los jóvenes no habían declarado. Eran parte de una banda que se mostraba con armas en las redes sociales y el fiscal, Guillermo Rodríguez Rey, pudo acreditar que solían atacar en grupo. Según fuentes del caso, uno de los sospechosos, al momento de entregarse a la Policía acompañado por su madre, mencionó: “Le quisimos dar un susto y se nos escapó el tiro”.

Semanas atrás, el más chico de los condenados rompió el pacto de silencio y negó haber sido el autor del disparo. La pistola 9 milímetros utilizada en el crimen nunca apareció y “no se pudo probar fehacientemente quién fue”, aporta Marcelina.

Los sospechosos quedaron filmados por las cámaras de seguridad. (Foto: captura de video)

Los sospechosos quedaron filmados por las cámaras de seguridad. (Foto: captura de video)

L.V.M fue señalado por la investigación como el tirador. La autopsia determinó que a Cruz le dispararon con el cañón del arma casi apoyado en la cabeza. El balazo ingresó por el parietal derecho y salió por la región occipital izquierda.

“El más chico de los asesinos es el primero que se sube al auto que le robaron a Juan. Hace poco cambió de abogado y de estrategia. Habló y ahí cambió el perfil del juicio. Por eso consiguió que le redujeran dos años la condena”, sostiene Marcelina.

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Cruz fue asesinado en la tarde del 10 de agosto del año pasado. El crimen tuvo un alto impacto mediático: ocurrió tres días antes de las elecciones PASO y en la misma semana en que asesinaron a Morena Domínguez, la nena de 11 años víctima de motochorros que la golpearon brutalmente para robarle el celular mientras caminaba al colegio en la localidad de Villa Diamante, Lanús.

El médico había estacionado su Fiat Cronos rojo frente a la casa de su madre, en la calle Lanús, entre Cartagena y Pérez, Morón. Iba a buscar un aire acondicionado. En ese momento fue sorprendido por tres jóvenes que, como se vio en las cámaras de seguridad, venían merodeando la zona.

El médico fue asesinado de un disparo en la cabeza en Morón. (Foto: TN)

El médico fue asesinado de un disparo en la cabeza en Morón. (Foto: TN)

“Mi hermano no tenía enemigos”

Cruz era un médico muy respetado en el Hospital Carrillo de Ciudadela, donde se desempeñaba como jefe de Emergencias y Quirófano. No solo por su origen humilde y el ascenso social que había logrado a base de esfuerzo y perseverancia, sino por su vocación de ayudar sin mirar a quién.

En medio del dolor por el asesinato, varios compañeros lo describieron como un “héroe anónimo”. Recordaron que le había salvado la vida a decenas de delincuentes heridos con armas durante sus más de 30 años de profesión. “Es un hospital que tiene muchas villas cerca”, destacaron. Fernando Cáceres, exfutbolista de la Selección Argentina, mencionó a Cruz como el hombre que evitó su muerte tras ser atacado a balazos por delincuentes en un intento de robo en 2009.

“Mi hermano fue víctima de un robo al voleo. Sus asesinos son perejiles que debían estar estudiando a la hora en que lo mataron”, remarca Marcelina, y sigue: “Eso de que fue un ajuste de cuentas porque mi hermano había salvado a delincuentes está descartado. Son pavadas que dijeron algunos al principio. Él no tenía enemigos. Había ido a buscar un aire acondicionado”.

Familiares y amigos del médico, el último jueves, en el edificio del Poder Judicial de Morón. (Foto: Facebook / Justicia por el Dr. Cruz)

Familiares y amigos del médico, el último jueves, en el edificio del Poder Judicial de Morón. (Foto: Facebook / Justicia por el Dr. Cruz)

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Cruz era el penúltimo de siete hermanos. Además de su trabajo como cirujano, ejercía la docencia de formación y posgrado para la Universidad de Buenos Aires (UBA). Vivía hacía unos años en Morón, a unas cuadras del lugar donde lo ejecutaron. “Uno puede ser pobre, pero tener valores. Y él era un ejemplo claro de cómo el sacrificio y el estudio pueden ayudarte a salir de esa condición”, acota Marcelina, también docente.

“Mi hermano amaba la vida. Vivía para preservar la vida. Eso es lo que más duele: que a una persona tan constructiva le pase lo que le pasó a él y todo siga igual”, lamenta Marcelina, y concluye: “Juan era un servidor y nadie lo cuidó. El único consuelo que nos queda es la admiración de sus compañeros y sus pacientes”.