Las vacaciones de invierno están llegando a su fin pero todavía queda la opción de disfrutar algunos días o planificar escapadas para lo que resta de la temporada invernal.
En ese plan la capital de Río Negro es una excelente opción, porque reúne una serie de alternativas pensadas para complacer a distintos públicos.
Y si la idea es seguir descubriendo la historia que se palpita en el lugar sus museos son ‘joyitas’, que no podés desaprovechar.
Museos
Partiendo de la plaza céntrica Alsina está la Manzana Histórica, que reúne un conjunto edilicio construido a finales del siglo XIX. Allí verás la Catedral Nuestra Señora de la Merced, el Obispado (ex Hospital San José), la Biblioteca Mitre y tres museos claves : el Salesiano “Cardenal Cagliero”, el gardeliano “Lisandro Segovia” y el Museo Tecnológico del Agua y el Suelo.
El Cóndor
El Cóndor es uno de estos balnearios increíbles. Su costa eterna tiene un paisaje atractivo y es un imán para los amantes de los deportes de viento. Los que saben dicen que el área, que está donde la desembocadura del río Negro se funde con el mar, es ideal para practicar kitesurf, carrovelismo, surf, windsurf y kitebuggy.
Su zona de acantilados también guarda un tesoro. Es que en la Bajada El Faro comienza la Colonia de Loros Barranqueros más grandes del mundo, que se extiende por más de 10km y cuenta con 35.000 nidos activos que generan un espectáculo único.
Camino de la costa
Por último si querés pescar y seguir deslumbrándote con rincones costeros dignos de una revista de viajes, no podés dejar de conocer el Camino de la Costa. Está a 30 km de la ciudad y te transportará a una sucesión de postales que se quedarán con vos.