En los últimos meses, el lago del parque Sarmiento ofrece una imagen extraña. Hay sectores por los que literalmente se puede caminar por el lecho, gracias a unos terraplenes que contienen el agua. Sucede que el ente BioCórdoba, que depende de la Municipalidad, está dragando el espejo artificial de agua para recuperarlo totalmente.

Se trata de una de las etapas planteadas dentro del plan maestro de puesta en valor del parque, que se inició en febrero pasado. Y que se complementa con la obra del desagüe que se construyó sobre Pablo Ricchieri, que evita que los efluentes terminen en el lago. También tiene que ver con la eliminación de fuentes contaminantes, por ejemplo con el de un local gastronómico que volcaba sobre el reservorio sus desechos cloacales y que fue demolido el año pasado.

Como se dijo antes, el Ente BioCórdoba comenzó en febrero pasado con las labores de dragado del lago, una intervención esencial para mejorar la calidad del agua y preservar la fauna local. El proyecto, que se desarrolla en varias etapas, busca restaurar el ecosistema del lago y convertirlo nuevamente en un atractivo natural para la ciudad. Está previsto que termine a finales de este año.

El proceso de dragado del lago se dividió en ocho sectores, según explicó Enzo Cravero, presidente de BioCórdoba. “Dividimos el lago en ocho sectores y empezamos por las puntas, que son menos profundas y tienen menor complejidad. Primero hicimos los sectores el 8 y el 7, seguidos del 3 y el 6. Actualmente, estamos trabajando en los sectores 1 y 2. En agosto se comenzará con el 4 y 5, que son los más profundos y complejos”, explicó el presidente del ente.

Hoy, los visitantes encontrarán que donde está el puente de acceso a las islas del lago está totalmente seco, con dos terraplenes que impiden el paso del agua. Una retroexcavadora retiró cientos de metro cúbicos de sedimento, que espera en las costas su traslado al enterramiento sanitario de Piedra Blanca.

Según Cravero, en los próximos días se eliminarán los terraplenes para que esos sectores vuelvan a tener agua. Indicó que los sectores menos profundos ya fueron completados, permitiendo que el equipo avance hacia los sectores centrales, 4 y 5, que presentan mayores desafíos debido a su profundidad y la presencia de juncos y árboles caídos. Cravero señaló que estos dos sectores demandarán aproximadamente tres meses de trabajo. “Esperamos tener todo listo para el verano, alrededor de octubre o noviembre”, aseguró.

Uno de los logros significativos hasta ahora es la claridad del agua en los sectores ya dragados. Lejos de las imágenes de turbiedad del pasado, el lago está transparente, lo que también permite ver la basura que arrojan algunos visitantes desaprensivos.

“El agua está cristalina porque ya hemos vuelto a llenar los sectores vacíos, tras realizar trabajos exhaustivos para retirar la fauna y trasladarla a otras áreas del lago”, detalló Cravero. Para garantizar la pureza del agua, se vienen realizando estudios junto al Cequimap, los cuales indican una mejora continua en la calidad del agua y los sedimentos.

Qué es lo que se hace

El dragado implica la eliminación de barro acumulado hasta alcanzar un fondo empedrado en ciertas áreas del lago. Este barro es depositado temporalmente en las márgenes de los sectores dragados, a la espera de ser transportado a Piedra Blanca una vez que se haya secado. “Estamos utilizando agua de pozo para llenar los sectores, y hemos trabajado en conjunto con el equipo del parque para asegurar el bienestar de la fauna durante este proceso”, añadió Cravero.

El proyecto también incluye la impermeabilización de los sectores ya dragados con bentonita, un material que ayuda a mantener la pureza del agua. Además, se eliminaron fuentes de contaminación, como un local comercial que vertía líquidos estructurales al lago, contribuyendo así a la mejora de las condiciones ambientales.

El trabajo por sectores permite resguardar la fauna ictícola del lago. Los terraplenes se instalan cada 100 metros y a medida que se seca una zona, se muda la fauna a otro sector de la misma laguna, que tiene una superficie de 30.600 metros cuadrados.

El plan maestro de recuperación del parque, conocido como “Master Plan”, contempla intervenciones adicionales en las islas Encantada y Crisol, incluyendo la creación de espacios de paseo, caminos delimitados y áreas verdes. “Vamos a realizar intervenciones artísticas similares a las que hicimos en el zoológico, retirando árboles caídos y creando esculturas”, afirmó Cravero.

Estas mejoras son parte de una estrategia integral para revitalizar el parque Sarmiento, que también incluye la recuperación del perilago, que tiene una superficie de 11,5 hectáreas. “La obra de recuperación del perilago continúa, abarcando la parte sur del parque. Estamos trabajando en áreas que tienen menor intensidad de uso actualmente, pero que tienen un gran potencial”, destacó el presidente del ente.

Las dos primeras etapas de puesta en valor del parque Sarmiento se terminaron el año pasado. Cravero adelantó que una vez concluido el perilago y el lago, se trabajará en el sector de la pista de patinaje.