En el bloque de La Libertad Avanza están de festejos por el casamiento de la diputada Alida Ferreyra con su asesor Mariano Lo Giusto. La pareja hizo circular por el grupo de WhatsApp la invitación para su boda, con CBU incluido para los regalos, aunque a la legisladora por la Ciudad le esperan días complejos, ya que es una de las cuestionadas por haber participado en la visita que un grupo de libertarios realizó a represores de la última dictadura, entre los que estuvo Alfredo Astiz.
La cuestión es que para el 7 de agosto está agendada una sesión con un temario que incluye el paquete de leyes de seguridad que pide Patricia Bullrich, pero seguramente el debate será cruzado por el reclamo de los bloques de la oposición para que se sancionen a los 6 diputados de La Libertad Avanza que fueron al penal de Ezeiza.
Por ahora, Martín Menem, presidente de la Cámara, viene esquivando dar alguna definición a los pedidos de sanciones. Argumenta que son «cuestiones personales» de los diputados, pero habrá que ver cómo logra frenar la presión opositora en el recinto.
Es que al reclamo del kirchnerismo para la conformación de una comisión investigadora se suman los pedidos de un sector del radicalismo, de Hacemos Coalición Federal y del PRO de Cristian Ritondo para que se tomen medidas con la comitiva integrada por Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo, Alida Ferreyra Ugalde y Rocío Bonacci.
El bloque de La Libertad Avanza enfrenta otra situación crítica. Foto: Federico López Claro.Los dialoguistas vienen exigiendo a Menem una declaración condenando la acción de los legisladores que participaron en la excursión al Penal de Ezeiza utilizando la combi que tradicionalmente les pone el Congreso, ya sea para asistir a un acto, como el que encabezó Javier Milei en el Luna Park o -en este caso- para contactarse con represores.
Pero, este escándalo también se convirtió en un nuevo condimento para tensionar aún más la interna del bloque oficialista, donde conviven desde personalidades como Bertie Benegas Lynch y la mediática Lilia Lemoine con legisladores más vinculados al mundo sindical como Pablo Ansaloni. En esa variedad hubo reproches internos porque el bloque comandado por Gabriel Bornoroni tampoco fijó posición sobre aquellos que fueron a reunirse con represores.
La pelea por el sello de La Libertad Avanza en las provincias
Sin embargo, este no es el único problema que preocupa a Martín Menem porque al incumplimiento de los acuerdos políticos con los dialoguistas se suman también los de su propia bancada. Ocurrió con el puntano Carlos D’Alessandro, que fue bajado de la bicameral de Inteligencia, para poner a 2 diputados fieles al riojano.
A todo esto aún sigue sin resolverse la conformación de la comisión por la pelea sin antecedentes que mantienen la vicepresidenta Victoria Villarruel y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
Pero más allá de eso, el otro problema que enfrenta el titular de la Cámara baja está vinculado con el armado de La Libertad Avanza en el interior del país, misión que es encabezada por la hermana del Presidente junto a Menem y su primo Eduardo «Lule» Menem.
La forma en que repartieron el sello del partido que llevó a Javier Milei a la Presidencia no conformó a los diputados que esperaban tener «mayor representatividad» en sus provincias. «La Libertad Avanza se transformó en el partido de los Menem y las agrupaciones que conformamos el frente para que él sea presidente fuimos siendo eyectadas», apuntó a este diario un legislador.
En Chaco, por ejemplo, el sello quedó en medio de una disputa judicial entre el diputado nacional Carlos García y el director de la oficina regional de la ANSeS, Alfredo ‘Capi’ Rodríguez. En Tucumán, el diputado Gerardo Huesen, pertenece a Fuerza Republicana, pero el partido de Ricardo Bussi quedaría marginado porque La Libertad Avanza será controlada por el viceministro del Interior, Lisandro Catalán.
La secretaria general de Presidencia Karina Milei, en el lanzamiento de La Libertad Avanza en Santa Fe. Foto: Andrés Vazquez.
La respuesta del menemismo: «Ponemos al mejor y más confiable»
Es cierto que no hubo un reclamo formal por parte de los legisladores y las quejas sólo circulan en los pasillos del Congreso. Pero el malestar con la conducción política de Menem existe, sin olvidar que aún le facturan el no haber equiparado los sueldos de los diputados con los del Senado.
Desde el entorno del presidente de la Cámara trataron de relativizar las quejas y también dejaron en claro, con cierta lógica, que «siempre se van a designar a los mejores y más confiables» para manejar el partido. «Si alguno critica es porque no debe cumplir las 2 condiciones», reflexionó un importante operador del oficialismo.