Dicen qué, a veces, los que nos quieren y deciden irse antes digitan cosas desde donde estén, para que los sintamos cerca. Eso pensó Maxi Jonás tiempo después del fallecimiento de su papá, cuando fue convocado por el Correo Argentino para participar con una de sus fotografías en la creación de una estampilla. Su ‘viejo’, de chico, era filatelista, e intentó traspasarle esa afición. Y esos momentos compartidos entre álbumes y sellos volvieron todos juntos, para llenarlo de emoción.
«Te juro que ahí se me ‘desbloquearon’ todos esos recuerdos. Fue un ‘refresh’ automático. Y Ahora, que mi foto fue elegida, estar del otro lado, formando parte de una escena que en algún lugar reúna a un papá y a su hijo en torno a esta estampilla, para mí es algo mágico. Un hito en mi carrera como fotógrafo. Jamás imaginé que una de mis imágenes llegara tan lejos» contó el hombre, con emoción.
La creación tuvo un proceso arduo. «Entre el primer llamado convocándome a participar y la selección de mi foto pasó bastante. Les mandé imágenes y después volvieron a contactarse para que envíe unas parecidas, hasta que eligieron una. Todo demoró un año y medio. Cuando por fin me enteré que mi foto era la elegida la emoción fue grande, y al ver la imagen de la estampilla se intensificó» recordó.
Un enamorado de Puerto Madryn y sus ballenas
El profesional vive en Chubut desde los 4 años, y eligió Puerto Madryn para desarrollarse como fotógrafo y fotoperiodista. Aquí formó su familia y, junto a su esposa y a sus dos hijos de 15 y 11 años, disfrutan a pleno de la naturaleza. Pero las ballenas son las que despiertan su pasión.
«Sigo sintiendo una enorme emoción al recordar qué, días atrás, se presentaron las estampillas que los inmortalizan, como símbolo de unidad entre territorios» finalizó, conmovido.