“Es la primera vez en la vida que me hace esto. Es un buen niño. Estudia, hace deportes, juega al rugby en Bajo Hondo, nunca nos pasó algo así”. La voz de la mamá de Joel suena entrecortada: desde hace horas su teléfono no para de sonar, está agitada, desesperada, recorriendo comisarías, llamando a los amigos, viviendo las horas más largas del mundo.

“Es que estamos perplejos. Sabíamos que estaba un poco molesto, pero nunca mi hijo fue de hacer estas cosas. Hubo una discusión anoche, un intercambio de opiniones sobre las cosas que yo como mamá creo que tiene que hacer, hubo un reclamo de las cosas que no me gustaban, pero nada del otro mundo. Soy una mamá que está pendiente de su hijo. Y él es un buen niño. Por eso nunca imaginé lo que iba a vivir este día”.

El calvario de una madre que busca a su hijo comenzó al despertar: “Me fui a trabajar hoy a las 8.45 y antes de las 10 me mandó un mensaje dándome las gracias, diciéndome que me amaba, como despidiéndose. Lo mismo le mandó al papá. Casi me muero cuando leí ese mensaje y comenzamos a buscarlo por todas partes. Sé que muchísima gente compartió su imagen y su teléfono y recién, antes de que se comunicaran ustedes para ayudarme en la búsqueda por lo cual les agradezco, me llamó mi hijo desde Las Termas, con un celular con un prefijo de ahí”.

“Me dijo que está bien, que está en Las Termas, que está solo, y que va a volver en el próximo colectivo. Mi hijo tiene 16 años, es menor de edad. Me pregunto cómo lo dejaron subir sin el permiso de los padres para salir de la provincia. Sonaba molesto, pero lo único que quiero es que vuelva. Estamos moviendo los contactos de algunos conocidos en Las Termas para que lo ayuden. Él tenía una platita guardada, pero no sé cuánta. No veo las horas de volver a abrazar a mi hijo”, le cuenta la mamá de Joel a eltucumano, mientras espera el regreso y la charla que se impone.

No es Joel el único chico de 16 años que desaparece unas horas o unos días de su casa. ¿Por qué pasa esto? “Yo como mamá les puedo decir a quienes lean esta nota: en general los chicos de ahora tienen mucha más libertad que las que teníamos nosotros. Tienen libertad para todo, partiendo de la junta de amigos que eligen. Otro tema son las emociones que manejan. No son como antes. Uno les reclama algo y toman decisiones de este estilo que nunca en mi vida me hubiera imaginado vivir. Pero ya está: solo quiero que vuelva en el colectivo de las 17.45, como me dijo. Es un buen niño Joel. Solo quiero abrazarlo. Y decirle que lo amo. Luego sí, hablar tranquilamente. Y salir adelante juntos, como siempre”.

La publicación que se viralizó en las redes sociales.