La perpetua fue impuesta al exministro de Gobierno bonaerense Jaime Smart y a los expolicías Juan Miguel Wolk, Roberto Guillermo Catinari, Héctor Raúl Francescangeli, Armando Antonio Calabró, Rubén Carlos Chávez y José Augusto López, según el veredicto leído por el presidente del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata, José Michilini.
La pena les cupo por los homicidios de María Florencia Ruival, Vicenta Orrego Meza -madre de los tres hermanos- y José Luis Alvarenga el 15 de marzo de 1977 en una vivienda de la ciudad de Adrogué y de Pedro Juan Berger, Narcisa Adelaida Encinas y Andrés Steketee, al día siguiente, en una casa de Llavallol.
Así concluyó el juicio conocido como «Hogar de Belén», por el nombre de la institución de minoridad ubicada en la ciudad de Banfield donde fueron alojados los tres hijos de Orrego Meza, tras ser acribillada a balazos en uno de los dos operativos represivos que juzgó el TOF1 de La Plata, desde el 4 de marzo de 2022.
La declaración de verdad, una medida novedosa
Además de estas condenas, los jueces hicieron lugar a una serie de medidas novedosas solicitadas por la Unidad Fiscal que interviene en los procesos por crímenes de lesa humanidad en La Plata.
Todas estas medidas fueron convalidadas por el Tribunal que además será el órgano encargado de controlar el cumplimiento de estas disposiciones.
«Reconocer el derecho a la verdad que les asiste y formular como Declaración de Verdad que durante el alojamiento en el Hogar de Belén Carlos, María y Alejandro sufrieron condiciones de vida inhumanas y padecieron de manera sistemática y progresiva maltratos físicos, morales y psicológicos y abusos sexuales», consta en el veredicto leído por el juez Michilini ante los tres hermanos que lo oían en primera fila asidos de la mano.
La satisfacción de los hermanos
María Ester Ramírez dijo emocionada a Télam que «hubo justicia y es lo que tenía que ser. Estas condenas y este derecho a la verdad es importante para la historia nuestra y la historia argentina».
Destacó que el Tribunal haya consentido el pedido de la fiscalía de convertir al Hogar de Belén en Espacio de Memoria ya que, adelantó, «es mi deseo poner allí los cuadros míos, que hablan de todo lo que pasé allí. Esos cuadros pertenecen a ese lugar».
«Se dio justicia. Nosotros nunca vinimos por venganza».Mariano Ramírez
Junto a ella estaban sus dos hermanos, Carlos y Alejandro, y el padre de los tres, Julio Ramírez.
Carlos apuntó que «vinimos para lograr justicia, no venganza, y para que las generaciones y la gente que trató de borrar la historia sepa que esto pasó y que nunca más debe pasar».
«Estuvimos muchos años presos (en el Hogar de Belén), separados, borrada nuestra identidad y con este juicio pudimos entender lo que había detrás, y el valor de la familia, de mamá y de papá», dijo con emoción y remarcó que sus hijos «aún no saben dónde está su abuela, pero ahora podré contarles todo esto que vivimos hoy».
El padre de los tres hermanos, también emocionado, recordó que él estaba preso cuando el grupo de tareas rodeó su casa aquel día de marzo de 1977 y abrió fuego contra la propiedad.
En esa oportunidad su mujer logró que le permitieran sacar a sus tres hijos de la casa, y cuando retiraba en brazos a Alejandro, de dos años, fue baleada y rematada en el suelo.
«No tenía visitas en la cárcel pero me viene la noticia de que habían atacado mi casa y que mis hijos murieron. Pero yo conocía a mi señora. Yo había soñado que salvó a los niños y eso fue lo que pasó. Yo tenía fe que los chicos estaban vivos», relató, y reconoció que recomponer el vínculo con sus tres hijos, una vez restituidos, no fue fácil ya que entre ellos «ni se hablaban», por la imposición de silencio en la que vivieron en el Hogar de Belén.
Ramírez aseguró que «esto les hará bien, les permitirá reconstruirse como personas».
La fiscalía
El auxiliar fiscal Juan Martín Nogueira celebró el veredicto y destacó la labor de la Unidad Fiscal que «trabajó con mucho intelecto y esfuerzo jurídico, pero también se trabajó con corazón; esta causa necesitaba mucha sensibilidad ante todo lo acontecido».
Destacó que el TOF 1 «hizo lugar a la responsabilidad judicial y por primera vez en juicios de lesa humanidad se condena a una secretaria judicial, lo que abre un precedente en las causas de apropiación».
«Que estuvieran las víctimas y que la justicia, la misma que las afectó antes, revierta esa imagen, les da justicia a los hermanos Ramírez», afirmó Nogueira, que celebró que convalidaran también su pedido de Declaración de Verdad.
El fiscal precisó que «por circunstancias biológicas no pudieron estar sentados aquí los responsables de los abusos sexuales, pero en la sentencia quedará sentado que padecieron esos hechos y que fueron víctimas de terrorismo de Estado».
El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que rechazó planteos de extinción penal y nulidades solicitados por la defensa oficial de los imputados, dispuso que los fundamentos de la sentencia sean leídos el 5 de julio a las 18.
«Los hechos resultan constitutivos de lesa humanidad y cometidos en el marco del genocidio perpetrado en la República Argentina desde 1976 hasta 1983 y así deben ser calificados», dijo rotundo el juez Michilini.