Los vecinos de Guaymallén vienen denunciando el fenómeno hace meses, que afecta suelos y viviendas, genera mucho humo y no logran extinguir. Un niño sufrió quemaduras. Qué dicen los especialistas.
Un fenómeno tiene en vilo a los vecinos de Guaymallén, en el Gran Mendoza. En algunas zonas descampadas sale humo de la tierra por aparentes incendios subterráneos y los vecinos que quieren construir sus viviendas se ven amenazados por el fuego.
Desde hace ocho meses los vienen denunciando los vecinos del Loteo Silvano Rodríguez en la localidad de Kilómetro 8, una zona rural donde hay cultivos de hortalizas. Las familias que han comprado terreno para construir sus casas, descubrieron que del suelo sale humo y mucho calor.
La situación se agravó hace poco más de un mes, cuando un chico, de solo dos años, cayó a una grieta en este loteo y y sufrió quemaduras en sus pies y los dedos de la mano, según los vecinos.
El humo es permanente y los vecinos están preocupados porque la tierra ha empezado a ceder. «Se está prendiendo fuego por todos lados. Necesitamos que se busque una solución porque nos está perjudicando la salud», aseguró Rosa Flores, abuela del nene quemado.
Incendios subterráneos: qué explican los especialistas
Guillermo Ferraris, profesor de la cátedra de Incendios Forestales de la tecnicatura de Guardaparques en Mendoza, explicó que los incendios se producen en una zona donde antes existieron lagunas, con totorales, que al secarse se transformaron en zonas agrícolas.
«El suelo principal es de turbas, que es un combustible orgánico, y muy común en zonas de bosques. Cuando se produce un incendio, por ejemplo de un árbol, al bajar el suelo por las raíces, entra en combustión con este material orgánico», detalló el especialista en manejo del fuego.
Lo que para los vecinos de Guaymallén es un fenómeno paranormal, Ferraris lo describe como algo habitual en zonas de bosques: «Son fuegos subterráneos que se queman lentamente y cuando toma contacto con el oxígeno se produce ese humo que se ve a lo lejos».
En una cavidad de esta puede haber entre 600 y mil grados de temperatura. Puede durar varios meses antes de extinguirse. Para sofocar el fuego, el Municipio y algunos propietarios hacen zanjas con retroexcavadoras, pero según Ferraris eso solo sirve si se llega al suelo mineral para cortar el fuego, y se sacan las raíces que pueden ser foco de incendios,
«Si echamos agua por arriba no surge ningún efecto, porque se evapora rápidamente por la alta temperatura «, detalló el brigadista.
Otro experto, Daniel Burrieza, director de Defensa Civil de Mendoza, explicó: «Las grietas se producen por la propia gasificación de la combustión. Y que lo que los vuelve muy difíciles de manejar es que los incendios no tienen un epicentro ni un foco definido. Se pueden apagar en un lugar, pero mutar hacia otra dirección».
El fenómeno también es común en San Juan. Ocurrió en zona de Médanos de Oro, con 20 hectáreas de turba que se quemaron, cedieron los cimientos de una escuela, y hubo cuatro personas heridas.
Corresponsalía. Mendoza.
DS