Perdido en el enorme excel en el que constan las entradas a la Casa de Gobierno durante el mandato de Alberto Fernández, el nombre de José Uriburu no llama la atención. Allí consta que el 8 de agosto de 2023, a las 18.01, entró a la Rosada por la explanada de Rivadavia 250 (por donde ingresan las personas importantes) pasó a la pre- privada del Presidente y se retiró del edificio a las 18.34.
En el listado -difundido por el usuario de X @gonziver y origen de varios escándalos- José Uriburu es el único que aparece con un DNI distorsionado: 02017″200. Un número extraño que, aunque se reemplacen las comillas por el numero 2 (que es el que esta en la misma techa de una computadora), da como resultado la identidad de una mujer de 54 años.
¿Pero qué importancia tiene este dato, esta visita?
Mucha. Porque ese José Uriburu no sería otro que el abogado José Alberto Tomás Uriburu (40), quien está preso y procesado como uno de los principales implicados del secuestro, el 8 de julio pasado, del empresario Gustavo Tallone (51), quien sigue desaparecido pese al pago de un rescate.
Al momento del secuestro de Tallone, Uriburu tenía el teléfono intervenido por la Justicia y estaba siendo escuchado, en el marco de una causa narco por la sospecha de que lavaba dinero sucio a través de un deposito fiscal de Concepción del Uruguay. Sus vínculos narcos habrían sido precisamente lo que lo llevaron a la Rosada en un momento clave, pocos días antes de las PASO.
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José Uriburu, cumpliendo el desafío de correr 42 kilómetros dentro de su casa.
«Lo que Uriburu fue a venderle a Alberto Fernandez fue un plan de pacificación de Rosario que, por esos tiempos, era un gran problema de violencia, con una tasa de homicidios récord», contó a Clarín una fuente judicial que fue uno de los tantos testigos del episodio.
Uriburu, que se hizo viral por correr 42 kilómetros en la pandemia dentro de su departamento de Barrancas de Belgrano, de alguna manera subyugó al presidente de la Nación porque éste lo envió a explicarle sus ideas a los responsables del Ministerio de Seguridad de la Nacion, por entonces encabezado por Aníbal Fernandez.
Alberto Fernández recibió a José Uriburu, un abogado preso por un narco secuestro que le ofreció un plan para pacificar Rosario. A cargo del tema quedó la Secretaria de Seguridad y todo se hizo por derecha. Se tomó a Uriburu como un legitimo colaborador. Sus ideas sonaban disparatadas, pero cada vez que surgían dudas la respuesta era la misma: «Lo manda Alberto». De entrada muchos dudaron que ese hombre de hablar muy cheto -que exhibía dos o tres ideas garabateadas en un papel- tuviera los medios para apagar el fuego de vendettas narco en el que se consumía Rosario.
Todos dudaban. Sin embargo, desde el Ejecutivo se le dio luz verde.
En las escuchas de la causa por lavado de dinero narco consta que a fines de 2023 Uriburu se comunico telefónicamente varias veces con Vanesa Barrios, esposa de «Guille» Cantero, lider de Los Monos. En esas conversaciones, Uriburu le pide que le diga a su esposo que lo designe como abogado, para poder ir a visitarlo.
Es incierto si esto ocurrió, pero Uriburu sí habría logrado visitar varias veces a Cantero en el Complejo Penitenciario II de Marcos Paz, donde ya a fines de 2023 vivía aislado.
Según pudo confirmar Clarín, el plan fracasó porque la propuesta incluía que «Guille» se arrepintiera y entregara a gente a cambio de morigerar sus condiciones de detención. Y el capo de los Monos se negó. Con la misma idea en la cabeza, Uriburu-a quien algunos describen como alguien «que esta mal de la cabeza»– visitó a otros narcos rosarinos presos, pero tampoco logró avanzar.
Detenido el 17 de julio pasado en una causa narco a cargo de la fiscal federal de Concepción del Uruguay, Josefina Minatta, y la PROCUNAR (en la que logro prision domiciliaria y luego falta de mérito), José Uriburu quedó definitivamente preso el 26 de ese mismo mes por el secuestro de Gastón Tallone.
Este ultimo caso tiene todos los condimentos de una bomba. Para empezar, se ordenó la captura de Gustavo Juliá, hijo del brigadier José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea en el gobierno de Carlos Menem y condenado en España por llevar en un avion privado una tonelada de cocaína en el año 2011.
Como si esto fuera poco, la principal hipótesis del secuestro apunta a un cargamento de 400 kilos de cocaína que Tallone les habría robado a unos narcos del sur de Brasil. Uriburu, «el pacificador de Rosario», figura como su empleador en una de las sociedades investigadas. Y esa es solo parte de la historia.
SC