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Más de dos años de caída en las ventas

La presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia actualizó información acerca de la situación del comercio en la ciudad, donde se siguen verificando bajas en las ventas y aumentos en insumos y servicios.

El sector comercial de Ushuaia y Río Grande atraviesa una de sus crisis más profundas en años, marcada por una sostenida caída en las ventas y un aumento significativo en los costos operativos, una realidad que afecta tanto a pequeños comercios como a grandes cadenas.

Esta situación, que, según dijo por FM Master’s Claudia Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia y vicepresidenta de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se ha vuelto insostenible, continúa deteriorando la capacidad de los comerciantes para mantener sus negocios a flote.

Fernández, en su actualización sobre la situación económica de la ciudad, detalló con cifras concretas los aumentos que los comerciantes deben enfrentar a diario. «Inclusive en la parte comercial, de $20.000 han pasado a $460.000 las boletas de gas», afirmó, haciendo referencia a los desorbitantes costos de los servicios básicos.

Además, destacó que el problema se agudiza por la posición de los comercios, que no tienen injerencia en la fijación de precios, lo que refuerza la sensación de impotencia frente a la situación. «Ahí es donde más se marca lo que nosotros permanentemente planteamos, que es esto de no ser formadores de precios, porque cada vez que nos dicen que los comercios de Tierra del Fuego son carísimos, les decimos que se paga el 60% más de alquileres, el 80% más de sueldo y ahora estas tarifas que ya no tienen otra vuelta atrás porque ya se hizo la presentación judicial, y ya tenemos la respuesta», explicó.

A esto se suma un contexto de ventas en picada. Según Fernández, las cifras reflejan una realidad preocupante: «Este mes tenemos una caída interanual del 10,5%, una mensual del 16,2%. Ese es el acumulado, y el 1,6% de caída intermensual. Con esto marcamos el vigésimo sexto mes consecutivo de caídas en ventas». Los números muestran una tendencia que no ha encontrado freno en más de dos años, con sectores particularmente afectados como las perfumerías y farmacias, que encabezan las bajas, seguidas por las ferreterías y, en tercer lugar, los alimentos y bebidas. La situación en los supermercados es especialmente alarmante, con una disminución de casi el 18% en las ventas de un mes a otro.

Aunque las caídas son generalizadas, existe una diferencia notable entre Ushuaia y Río Grande. «La diferencia es que en Río Grande están más marcadas las caídas en ventas que en Ushuaia», señaló la dirigente. Esta disparidad añade una capa adicional de complejidad a la situación, ya que los factores locales y regionales parecen influir de manera diferenciada en la actividad comercial.

El panorama se complica aún más por la falta de respuestas desde el ámbito tributario. «Por ahora no tenemos lo tan esperado que es la baja de tributos y la baja de impuestos. Lo que tenemos es una suba de todo esto», indicó Fernández, resaltando el incremento de los costos impositivos que también asfixian al sector.

Además, mencionó que este mes se registraron nuevas subas en las tarifas de la Dirección Provincial de Energía (DPE) y de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS), sumadas al aumento de la tarifa municipal por el incremento en la Unidad Fija a Aplicar (UFA). «Como se toman todas con el valor UFA, al subir todas las medidas de tasa municipal comercial tuvo un aumento», explicó, detallando cómo este impacto agrava aún más la crisis financiera de los comerciantes.

A pesar de este sombrío panorama, Claudia Fernández destacó algunos esfuerzos del gobierno provincial y nacional para paliar la situación. En particular, mencionó la importancia de los créditos otorgados a través del Ministerio de Economía. «Es importante la parte del trabajo de Gobierno, la parte de Ministerio. Por supuesto que son alternativas pateadas hacia adelante, no son soluciones definitivas, pero para el momento que estamos pasando todos los comercios, este crédito, por mínimo que sea, ayuda para llegar hasta fin de año», reconoció. Sin embargo, esta ayuda, aunque bienvenida, no es suficiente para cambiar el panorama de fondo: «Es lamentable, pero no es que queremos mejorar, sino que queremos por lo menos mantenernos», concluyó.

En este contexto, la crisis comercial en Ushuaia y Río Grande se profundiza, sin señales claras de una mejora inmediata. Los comerciantes, atrapados entre la caída de ventas y los aumentos de costos, enfrentan un futuro incierto, mientras las soluciones estructurales parecen todavía lejanas.