El tema Alfabetización, en esta primera edición del Mes de la Educación, me trajo el recuerdo de la primera experiencia que hice de enseñanza de la lectura y de la escritura. Sucedió precisamente en septiembre. Estaba mirando dibujos de los chicos y descubrí que habían escrito diálogos entre las Tortugas Ninja, los personajes favoritos de la década del ’80.
¿Por qué me sacaste las vinchas? ” “No te acordás lo que dijo el maestro Spliter si no te pincho la cola.”
Se trataba de un grupo de niños de 5 años, grupo urbano marginado, cuya maestra Viviana, me pidió que la asesorara porque sus alumnos en primer grado no aprendían a leer ni a escribir. Buscaba enseñarles en jardín los conocimientos y habilidades necesarios que evitarán su futuro fracaso.
Durante toda la mañana, todos los días, Viviana realizaba actividades, previamente planificadas, para enseñar vocabulario, estrategias de comprensión y producción de textos orales y escritos, desarrollar conciencia fonológica, presentar las letras, su trazado y reconocimiento visual, correspondencias y práctica, mucha práctica.
Estos son precisamente los conocimientos y habilidades cuya enseñanza debe incorporarse a todo programa de alfabetización, según nos dice hoy la ciencia de la lectura.
En efecto, sabemos por los resultados de los estudios realizados en el marco de la psicología cognitiva y de las neurociencias que el desarrollo de la conciencia fonológica, a través de juegos con sonidos, facilita el aprendizaje de las correspondencias sonido-letra y que es fundamental enseñar todas las correspondencias para aprender a leer y escribir palabras, los ladrillos de los textos.
Enseñar lenguaje, enseñar vocabulario, enseñar a relatar, a narrar, a describir, explicar, argumentar oralmente y a comprender, enseñar estrategias como activar e inhibir información, relacionar la información, realizar inferencias, jerarquizar la información, enseñar ortografía, es la vía para que nuestros chicos puedan leer, comprender y escribir textos, y aprender contenidos disciplinares a partir de los textos.
Y cuando los chicos han aprendido estas estrategias de comprensión y a escribir palabras en forma rápida y precisa, logran leer con fluidez, y la lectura se vuelve un instrumento poderoso para todo aprendizaje.
La ciencia de la lectura nos marca el camino de la alfabetización, enseñanza explícita, sistemática, intensiva, que permitirá que nuestros chicos recuperen el dominio de la lectura y de la escritura, instrumentos indispensables para una futura vida digna en el mundo del conocimiento.
Y siguiendo este camino de enseñanza, el de la ciencia y el de la evidencia, una maestra de una escuela rural de San Juan nos envía una muestra de su trabajo y compromiso: el siguiente texto escrito por uno de sus alumnos.
Soy Felipe tengo 9 años mido 1,35cm tengo brazos largos soy delgado, tengo ojos marrones claros cabello castaño claro y soy corpulento.
Mi color favorito es el rojo mi juego es el fútbol. Me gusta leer y escribir mucho lo hago con mucha vocación y esfuerzo.
Mi sueño es ser abogado profesional. Para llegar a ser abogado debo prepararme en distintos aspectos como terminar la primaria, secundaria, estudiando mucho para poder ingresar a estudiar abogacía.
Me gusta leer y escribir mucho, lo hago con vocación y esfuerzo, no hay placer más grande para mí que todo lo que yo anhelo poder lograr. Y el día de mañana gritar con pasión SUEÑO CUMPLIDO.
GRACIAS SEÑO.