Por unanimidad, la Legislatura de Misiones, expulsó este jueves al diputado provincial Germán Kiczka, imputado por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil. Mala conducta, inhabilidad moral y magnitud y gravedad de sus acciones fueron los motivos que terminaron anticipadamente con el mandato del legislador de Activar Misiones, un partido fundado por Pedro Puerta, quien no participó de la sesión.
Apenas comenzó la sesión, el presidente del Bloque Renovador, Martín Cesino, pidió que el primer proyecto en ser tratado fuera el dictamen de la Comisión Investigadora creada para analizar la situación de Kiczka. Alegó que la celeridad en el tratamiento se debía “a la gravedad de los hechos que enmarcan la conducta del diputado Germán Kiczka”.
La diputada Anazul Centeno sostuvo que para tomar la decisión de expulsar al diputado apostoleño se pidió a la Justicia parte de las actuaciones para su evaluación y que “se actuó con la prudencia que el tema requiere”. Agregó que “la tolerancia es cero ante este tipo de aberraciones. Más allá del tipo penal, lo que este hombre ha cometido amparado en su partido político que lo trajo hasta acá, es una estafa moral a los misioneros”.
La diputada sostuvo que “algunos se harán cargo penalmente, otros lo harán políticamente, pero está claro que nadie puede permanece estático, nada puede permanecer invariable porque no estamos frente a una situación que hayamos vivido antes, por eso la respuesta de las instituciones debe ser ejemplificadora”.
La expulsión del diputado fue votada por los 38 legisladores que estaban presentes en la sesión. Por corrimiento en la lista, debería asumir en la banca el radical Javier Mela, pero desde la Legislatura el oficialismo pidió un pronunciamiento de la Justicia Electoral para saber si corresponde cubrir la banca que quedó vacía.
La expulsión de Kiczka se dio apenas seis horas después que declarara como imputado ante el juez de Instrucción Miguel Faría, ante quien buscó desvincularse del material de abuso sexual infantil que hallaron en una computadora secuestrada en febrero pasado.
El apostoleño dijo que es consumidor de pornografía y que muchos de los documentos comprometedores fueron producto de descargas a través del programa P2P, que no permite una visualización previa del contenido.
Además, negó haberse mantenido prófugo casi una semana porque no se enteró que la Justicia lo buscaba. Dijo que decidió alejarse de Apóstoles debido al asedio de los medios de comunicación y que ideó una especie de “retiro espiritual” en el camping de la localidad correntina de Loreto, donde fue detenido a fines de agosto.
Germán Kiczka y su hermano Sebastián están alojados en la Unidad Penal de Cerro Azul, separados del resto de la población carcelaria. Allí permanecen gran parte del día en celdas separadas y con vigilancia permanente.
SC