Posiblemente la liberación de la fecha de la Fiesta Nacional del Sol no haya sido motivo suficiente para dar pelea. Pero la abstención de todo el interbloque uñaquista-giojista este jueves en la Legislatura resultó cuanto menos un gesto de colaboración con el oficialismo orreguista.
Sucedió el día después de que ambos sectores coincidieran en el Congreso contra el veto de Javier Milei a la ley de financiamiento de las universidades.
Si fue premeditado o fue pura casualidad, tal vez resulte indescifrable. Pero el clima de concordia en el recinto sanjuanino solo fue posible porque Nancy Picón y María de los Ángeles Moreno terminaron votando a favor de la educación pública.
Los justicialistas llegaron a la Legislatura dispuestos a la guerra, armados con cartelitos alusivos en sus bancas.
El interbloque que responde al gobernador Marcelo Orrego pudo ser el destinatario de una catarata de reproches, si sus diputadas nacionales hubiesen acompañado el veto mileísta. Pero no.
En cambio, terminó el libertario Fernando Patinella defendiéndose en soledad, como pudo, frente a la embestida de los peronistas.
Patinella, que acababa de votar junto con los orreguistas la liberación de la fecha de la Fiesta del Sol, salió a defender a su referente político, en línea con la postura de la Casa Rosada. El oficialismo provincial se limitó a silbar bajito. Quedó como espectador del show pugilístico que estaba montándose a imagen y semejanza de lo que sucede a nivel nacional.
Fue un perfecto resumen de la coyuntura polarizante. De un lado, La Libertad Avanza. Enfrente, el PJ y sus aliados. En el medio, los que puedan.
Entre la espada y la pared, esta vez Orrego se hizo a un lado. Antes que pagar el costo de enfrentarse a las universidades prefirió pagar el costo no acompañar a Milei.
Así el gobernador le quitó un argumento al justicialismo que venía empezando a sonar: ‘Orrego y Milei son lo mismo’. No es así.
Posiblemente esta votación clave haya sellado definitivamente los caminos separados entre el orreguismo y los libertarios para las elecciones legislativas de mitad de mandato que llegarán dentro de un año. Incluso cuando Mauricio Macri, alma máter de Juntos por el Cambio, siga colaborando con el gobierno nacional.
En este sentido, fue muy interesante cómo pasó inadvertido el diputado del PRO, Enzo Cornejo, presidente del partido de Macri en San Juan y tercera autoridad en la cadena sucesoria del Ejecutivo Provincial. En caso de ausencia de Orrego y del vicegobernador, Fabián Martín, él quedará a cargo de la gobernación porque es el vice primero de la Legislatura.
Se notó nuevamente la raíz larretista de Cornejo. Fue disciplinado cuando ganó Patricia Bullrich la primaria presidencial y luego se allanó a la conducción política de Macri. Pero aquí no militó el veto a las universidades. Antes que nada, le debe fidelidad a Orrego.
Tal vez nadie lo haya notado. Tal vez quien lo haya notado prefirió mirar para el costado. Ningún peronista le achacó a Cornejo que fue su partido político el responsable de la victoria de Milei en el Congreso.
Así quedó Patinella aislado, recibiendo y repartiendo arañazos, en los últimos cinco minutos de una sesión que pudo ser irrelevante si no fuera por los cartelitos de ‘La educación pública se defiende’, impresos en celeste y blanco.
Los diputados del justicialismo se acoplaron a la campaña nacional. Trajeron al recinto el tema de la semana, en perfecta sincronía con la reorganización del PJ. El lunes Cristina Fernández de Kirchner se lanzó por la presidencia partidaria y la respaldaron tanto Sergio Uñac como José Luis Gioja.
Que Orrego se haya mantenido al margen de la controversia, merced al voto de sus diputas Picón y Moreno, lo salvó de quedar en medio de la línea de fuego. Al menos por ahora.
JAQUE MATE