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Precios exorbitantes

image.png 21 de octubre de 2024 – 00:15

Para un sector de la sociedad los medicamentos se han vuelto inaccesibles. A la caída pronunciada del poder adquisitivo de los salarios se le debe sumar los precios descomunales, muy superiores en muchos casos de los que se observan en otros países. Así lo confirma un informe difundido esta semana por la Unión Argentina de Salud (UAS). El trabajo indica que los medicamentos en la Argentina son cinco veces más caros con respecto a España.

Para realizar el estudio, elaborado por el Centro de Estudios para la Salud Argentina, sus autores compararon el precio de 13 remedios de uso frecuente. Es decir, no se trata de fármacos para tratar patologías complejas, sino para dolencias cotidianas de las personas. «Los datos indican que comparativamente los precios en nuestro país son sustancialmente más altos, tales son los casos de la Metformina que en Argentina cuesta $ 34.517 y en España es de 2,90 euros, es decir unos $ 4.350, o el Diclofenac 75 que en Argentina cuesta $ 20.455 y en España 2,50 euros, es decir, $ 3.750», señala el informe.

Lee además El trabajo argumenta que la comparación es atinada, por las características de producción de ambos países, que tienen similitudes en su estructura y capacidad. “Es importante destacar que la industria farmacéutica en España es un factor clave y estratégico de la economía, existiendo unas 174 plantas industriales. Mientras Argentina posee un posicionamiento muy importante, contando con unas 190 plantas, de las cuales 160 son de capitales nacionales”, manifiesta.

Entre las características positivas de la industria farmacéutica argentina se señala que los medicamentos que producen son de gran seguridad y calidad. Pero, como contrapartida, “sus estrategias corporativas y de relativa competencia, determinan que a pesar de la oferta de cantidad, esto no se traduce en menores precios en el mercado nacional y la comparación con España así lo demuestra, produciéndose cada vez más barreras de accesibilidad y asequibilidad por parte de la población”, concluye.

Si bien el precio de los medicamentos se disparó en el último año, el proceso de encarecimiento relativo se verifica desde 2017. Entre ese año y la actualidad, el costo de los productos medicinales y equipos para la salud aumentó un 9.904%, una cifra que está muy por arriba del IPC general del mismo período (7.076%).

En el incremento en términos reales del precio de los medicamentos tiene una gravitación preponderante la decisión, que tiene casi un año, de liberar sus precios, despojándolos de necesarias regulaciones, lo que ha provocado aumentos exorbitantes e injustificados. Si a esta realidad se le agrega que hay fármacos que algunas obras sociales, por ejemplo el PAMI, han dejado de incluir entre los gratuitos o con descuentos importantes, las restricciones de acceso a estos bienes indispensables para la vida de las personas se vuelven un problema cada vez más preocupante.