Mientras las relaciones entre los empresarios y el Gobierno se recrudecen, Alberto Núñez Feijóo quiso lanzar un mensaje plagado de guiños en su intervención durante el XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Santander. El foco estaba puesto en Isabel Díaz Ayuso después de que la presidenta madrileña anunciara su plantón a Pedro Sánchez el viernes en Moncloa. Y mientras hablaba el líder del PP también saltó la noticia de que el juez Santiago Pedraz archiva la querella interpuesta por los conservadores contra el PSOE por financiación ilegal. Pero Feijóo no se salió del guión y aprovechó para lanzar un claro apoyo a los empresarios: “Ustedes arriesgan y trabajan. Pagan nóminas y generan riqueza. Les quiero dar las gracias por ello”.

Así arrancó el discurso sin dejar una sola duda del respaldo cerrado que quería transmitirles: “No concibo que la política económica se reduzca a que el gobernante ordena y la empresa paga. Y en mi opinión faltan muchas empresas y sobran muchos ministros”, dijo, recibiendo aplausos del auditorio. No fue el único mensaje que dijo mirando al Gobierno. De hecho, Feijóo centró buena parte de su intervención a criticar “las 81 veces que este Ejecutivo ha subido los impuestos” y reprochó “el clandestino plan de consolidación fiscal” por el que, aseguró, habrá una subida de impuestos de 4.500 millones de euros a pesar de recibir “la mayor inyección de fondos europeos que nunca ha tenido un Gobierno en España”.

“Vengo a decirles hoy que no estoy de acuerdo. Y que un país no puede prosperar con la asfixia fiscal a sus ciudadanos ni sobre el expolio de quien produce riqueza. Tienen mi compromiso de que cuando gobernemos habrá una reforma fiscal a la baja”, aseguró el líder del PP, que también quiso defender la autonomía de sus CCAA dentro de sus competencias. 

Feijóo insistió delante de las empresas en que “se está abandonando lo importante” para “tapar los escándalos diarios” desde el Gobierno, afirmando que las expectativas reales de los ciudadanos están yendo a peor. “Ustedes saben que la renta real disponible de las familias está estancada. Que el precio de la cesta de la compra ha subido 34%, o sea, mucho más que los salarios. Y que el acceso a la vivienda es un lujo inaccesible, especialmente para los jóvenes”, aseguró. 

Y en ese contexto, siguió el líder del PP, voy a defender “un país en el que el esfuerzo tenga un justo precio, un país en el que no se mire de reojo al que arriesga o que  los impuestos no sean tan elevados respecto a los salarios como para hacer atractivo vivir de ayudas públicas”. A continuación Feijóo recalcó que ahora “que tenemos un buen número de personas que vienen de otros países” el mensaje que hay que dejar claro es “que si trabajas, sales adelante; y si delinques, no eres bienvenido”. Un discurso por el que el PP lleva apostando tiempo y en el que insiste en aumentar las deportaciones de los inmigrantes irregulares.

El líder conservador también aprovechó para defender el plan de conciliación de su partido, aunque hizo hincapié en la necesidad de que se haga “dentro de la negociación colectiva” después de haber defendido una mayor flexibilidad para los trabajadores en el debate de la jornada de los cuatro días a la semana y que los empresarios ven con malos ojos.