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Internas en Cancillería: en medio de la tensión por el adoctrinamiento de Milei, se vota en el gremio de los diplomáticos

“Hoy el APSEN tiene que estar más fuerte que nunca para afrontar lo que se viene. Necesitamos 1.000 votos. Ni uno menos. Sumá el tuyo”, rezaba un mensaje en las redes sociales de la Asociación del Personal del Servicio Exterior de la Nación (el APSEN), el gremio de los diplomáticos en el que este lunes se votaban nuevas autoridades en un momento dramático.

Los comicios se producen en medio de la presión que ejerce sobre ellos el gobierno de Javier Milei, quien vació por completo de poder a la canciller Diana Mondino y con una carta publicada el viernes a la noche, los apretó con que abracen sus ideas libertarias o renuncien. «Quienes no se encuentren en condiciones de asumir los desafíos que depara el rumbo adoptado en defensa de las ideas de la libertad deberán dar un paso al costado», escribió el Presidente, y se manifestó contra la Agenda 2030, y otros aspectos del multilateralismo al que considera «socialistas» y «comunistas».

Dos listas competían por la conducción del gremio de los diplomáticos: la de “Unidos por el SEN” que encabeza la joven Laura Zerillo, y que representa una línea oficial, más reacia a ir al choque contra el ataque de Milei y sus representantes en el Ministerio; y por otro lado la del joven Emilio Brezicki, y que se llama “Nuevo APSEN en Defensa de la Diplomacia Argentina”. Esta última es la lista del kirchnerismo, en una Cancillería donde la grieta es también generacional.

Los jóvenes tienen cada vez menos incentivos para representar al país y la lista más a fin al kirchnerismo quiere ir al choque contra el Gobierno, por ejemplo con paros y otras medidas a raíz de la decisión del Ejecutivo de que paguen Ganancias por el plus salarial que cobran cuando salen en misión al exterior y que antes no pagaban. La justicia frenó el pago con una cautelar.

El Ejecutivo también estudia reformar la ley y eliminar obligaciones del Estado, como por ejemplo el pago de los traslados al exterior. Eso es un peligro porque la carrera se volvería un asunto de ricos, y de empresarios. Varios embajadores de la gestión actual dieron el mal ejemplo pagándose ellos mismos el viaje porque Mondino les dijo que no había “plata”.

Las elecciones en realidad son parciales y no van a resolver la cuestión de fondo, aunque están polarizadas. Ocurre que como el embajador Gustavo Zlauvinen, que había sido reelegido para presidir el APSEN en octubre de 2023, renunció porque esperaba ser embajador ante Austria, dejó en su lugar a Eduardo Michel, vicepresidente y ahora está por jubilarse. Quien sea elegido ahora dirigirá el gremio hasta las elecciones regulares de 2025.

La crisis también se debe a la “colonización” de la Cancillería por parte de Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, quien le arrancó a Mondino el control de la Agencia de Inversiones, el único lugar donde hay presupuesto. En paralelo, el asesor Santiago Caputo impuso como comisarios del discurso ultra conservador de un sector libertario a la abogada Ursula Basset, que evita ser efectivizada porque está en la carrera para ser jueza federal, y al Secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo.

Sotelo y Basset son quienes a través de terceros nutren al Presidente de discurso contra la Agenda 2030 sobre el desarrollo sustentable. Pero los diplomáticos se han visto obligados a advertirles las consecuencias. Entonces, primero desplazaron al representante argentino ante la ONU, Ricardo Lagorio.

Después les renunció el director de Derechos Humanos, Christian Machuca y después, el vicecanciller Leopoldo Sahores, que será reemplazado por el también diplomático Eduardo Bustamante. Clarín supo este lunes que dos jóvenes contratadas desde hace más de una década en el Ministerio bajo normativa administrativas fueron despedidas por el secretario Ernesto Gaspari. Fue a pedido de Sotelo porque las chicas pidieron traslados de su oficina. La Canciller, entre tanto, no tiene llegada ni al Presidente ni a su hermana para explicarle cómo son las cosas.

Por si ello fuera poco, en el lugar de Machuca pusieron la diplomática, Juliana Lorenzo, cercana al núcleo del Opus Dei, quien habría contado que las órdenes de cuál política exterior seguir las baja Juan Pablo Carreira, director nacional de Comunicación Digital de la Presidencia, y a su vez tuitero conocido como Juan Doe. Ahí se los oyó decir que la agenda «no la manda Estados Unidos sino Israel”. Para el caso la propia diplomática libertaria Lorenzo escribió una serie mensajes en X que son inquietantes para la carrera. “Hoy voy a mirar el cielo y voy a pedir por todos, por Israel y su lucha, que es la lucha de Occidente. Y recordar que el Pacto de Dios es con Israel. Muchísima fuerza. Gracias y shana tova”, escribió para las fiestas de la colectividad.

El caos en el que está sumergida la Cancillería es total. Entre tanto, Sotelo espera absorber bajo la secretaria de asuntos religiosos el manejo nuclear, el medio ambiente, los organismos internacionales, y el terrorismo, al darse cuenta que su lucha contra el Pacto del Futuro era verdaderamente menor.