Hasta hoy regía en Argentina un beneficio impositivo para un sector productivo, destinado a la promoción de la información, de la cultura, y a la difusión de los conocimientos.
Se trataba de una exención del IVA para «libros, folletos e impresos similares, incluso en fascículos u hojas sueltas, que constituyan una obra completa o parte de una obra, y diarios, revistas y publicaciones periódicas, así como las suscripciones de ediciones periodísticas digitales de información en línea».
Esto se daba «en toda la cadena de comercialización y distribución, en todos los casos cualquiera fuere el soporte o el medio utilizado para su difusión, excepto los servicios de distribución, clasificación, reparto y/o devolución de diarios, revistas y publicaciones periódicas que sean prestados a sujetos cuya actividad sea la producción editorial».
A partir de hoy, según lo que anunció el vocero presidencial Manuel Adorni, al mismo tiempo que la disolución e la AFIP y la conformación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) , que une AFIP con Aduana, este beneficio queda derogado.
Según Adorni, «con esta modificación los sujetos que realicen las actividades referidas pasarán a tributar el IVA sin ninguna ventaja con respecto al resto de los actores económicos. Esta medida se entiende que va a aumentar la recaudación en $264.000 millones de pesos».