BEIJING (AP) — China anunció el martes que llegó a un acuerdo con el Vaticano para ampliar un acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos católicos en el país por otros cuatro años.
El acuerdo de 2018, que se había prorrogado otras dos veces antes, fue un intento del papa Francisco para salvar las viejas diferencias sobre el control de la Iglesia en China. Aunque desde entonces se han producido desacuerdos, por el momento no han acabado con el frágil acercamiento.
“Las dos partes mantendrán el contacto y el diálogo siguiendo un espíritu constructivo y seguirán avanzando en la mejora de las relaciones entre China y el Vaticano», dijo el vocero del Ministerio de Exteriores, Lin Jian, quien confirmó la prórroga.
Francisco ha tendido la mano a China durante dos viajes a Asia este año, reiterando su deseo de visitar el país en un vuelo de regreso a Italia desde Singapur el mes pasado.
La relación entre el Vaticano y China se rompió hace más de siete décadas, tras la llegada del Partido Comunista al poder. Los 12 millones de católicos que se estima que hay en el país se dividen entre una Iglesia reconocida por el Estado y otra clandestina que se mantuvo leal a Roma.
Las relaciones se estancaron por la insistencia de China en su derecho exclusivo a nombrar obispos como una cuestión de soberanía nacional, mientras que el Vaticano insistía en que el papa tiene derecho a nombrar a los sucesores de los apóstoles originales.
El acuerdo de 2018 trató de encontrar una solución intermedia, aunque Roma ha reconocido que fue un mal acuerdo y el único que pudo conseguir. El acercamiento entre la Santa Sede y Beijing durante el papado de Francisco ha provocado críticas, especialmente de conservadores estadounidenses que han acusado al Vaticano de vender a los fieles que se vieron obligados a pasar a la clandestinidad.