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Cardiólogos argentinos: el 60% considera emigrar ante la crisis del sistema de salud

La cardiología en Argentina se encuentra en una situación crítica. En una reciente encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), profesionales de la especialidad señalaron que la calidad de la atención está en riesgo debido a múltiples factores, desde la sobrecarga laboral hasta la falta de recursos y el creciente interés por emigrar en busca de mejores oportunidades.

La encuesta demostró que el 60% de los profesionales con una media de 12 años de formación está considerando emigrar, mientras que 3 de cada 10 incluso pensaron en dejar la medicina.

Además, el 85% de los encuestados admitió que las limitaciones económicas están afectando su capacidad de formarse y actualizarse, y el 60% consideró que la sobrecarga de trabajo pone en riesgo la calidad de la atención que brindan.

Este fenómeno podría dejar al país con un déficit importante de cardiólogos en el mediano plazo. Además, el 50% de los médicos encuestados manifestaron que están evaluando dejar la práctica asistencial para dedicarse a otros ámbitos como la gestión o administración.

Una situación dramática

En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el Dr. Víctor Mauro, presidente de la SAC y del Comité Organizador del Congreso, señaló que la situación alcanzó un punto crítico. “Estamos transitando el peor escenario del que tengamos memoria. Incluso durante la crisis del 2001 contábamos con personal médico numeroso, especialistas capacitados e instituciones viables. Hoy no tenemos nada de eso”, afirmó.

“Uno de los principales problemas es que los cardiólogos fueron la variable de ajuste dentro del sistema de salud. Los costos de las nuevas tecnologías aumentaron exponencialmente, pero los salarios y las condiciones laborales de los especialistas no acompañan esta evolución”, añadió.

De acuerdo a la encuesta, el 85% de los médicos están disconformes con su remuneración, mientras que el 65% trabaja en condiciones laborales precarias, sin relación de dependencia ni cobertura social o previsional. “Alrededor del 40% de los cardiólogos gana entre 400 mil y un millón y medio de pesos al mes, lo que los ubica en la clase media baja o pobre superior según los estratos sociales”, comentó Mauro.

Por su parte, el Dr. Pablo Stutzbach, presidente electo de la SAC y del Congreso, destacó que el sistema de salud está en crisis: “Si bien detectamos y tratamos muchas más enfermedades que antes, y la gente vive mucho más que hace 50 años, los aumentos en la inversión no llegan al profesional ni al recurso humano. Esto atenta contra la posibilidad de formación y, en consecuencia, contra la calidad de la atención”, expresó.

La crisis no solo afecta a los médicos, sino también a los pacientes. “El 75% de los cardiólogos observan que los pacientes no están cumpliendo con los controles correspondientes debido a la situación económica. Solo el 20% de los hipertensos en Argentina están bien controlados y tratados, mientras que el 75% se encuentran mal controlados o tratados”, señaló Mauro. Además, destacó que mejorar el control de los hipertensos podría salvar hasta 75.000 vidas en los próximos 10 años.

La situación de la salud cardiovascular en Argentina es crítica. En los últimos 15 años, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y los años perdidos por discapacidad han ido en aumento, en contraposición con la tendencia de otros países vecinos, donde las mejoras en las políticas de salud han logrado reducir estos indicadores.

Una especialidad en riesgo de desaparecer

Además, tanto Stutzbach como Mauro coinciden en que la cardiología enfrenta una “sangría” de profesionales que emigran en busca de mejores oportunidades. “Se van los mejores. Es una sangría que afecta al sistema y pone en peligro a la cardiología en Argentina”, concluyeron desde la SAC.

Mauro también alertó sobre la falta de interés en especialidades clave como la pediatría y la terapia intensiva, cuyas vacantes no se están cubriendo. En 2023, solo el 12% de los estudiantes aprobaron el examen para ingresar a las residencias médicas, mientras que “el 22% de los aspirantes son extranjeros que en muchos casos regresan a sus países después de obtener el título de especialista”.

Desigualdad geográfica y accesibilidad

“Hay regiones del país donde los pacientes deben viajar hasta 200 kilómetros para acceder a atención especializada, mientras que en otras áreas hay centros de alta complejidad ubicados muy cerca unos de otros”, explicó el Dr. Mauro, quien subrayó la necesidad de una planificación más estratégica en la distribución de los recursos.

Testimonios que reflejan la crisis

Varios cardiólogos consultados brindaron testimonios que revelaron el impacto cotidiano de esta situación en la calidad de la atención. Una médica de Corrientes, que pidió mantener el anonimato, compartió su preocupación: “La guardia en el hospital donde trabajo es tan demandante que a veces no puedo dormir más de dos horas. Las jornadas son interminables, y el salario no compensa el esfuerzo. En esas condiciones es imposible brindar la atención que el paciente merece”.

Desde Mendoza, un especialista comentó: “El desgaste físico y emocional es enorme. No solo trabajamos muchas horas, sino que los recursos son limitados. A veces tenemos que elegir a qué paciente atender primero porque no damos abasto. Esto repercute en la calidad de la atención”.

En Córdoba, un joven cardiólogo agregó: “Tengo amigos que ya se fueron del país, y yo mismo lo estoy considerando. Si las cosas no mejoran, no me quedará otra opción. La formación continua es clave en esta especialidad, pero no tengo el dinero ni el tiempo para actualizarme como debería”.