Un voraz incendio en la parrillada «Don Carlos», ubicada en la intersección de la Avenida Belgrano y calle Ardiles, generó momentos de pánico entre los vecinos del barrio Juramento y caos vehicular en la zona sur de la ciudad capital. El siniestro, que ocurrió ayer pasadas las 19 horas, dejó una gran nube de humo y llamas que se propagaron rápidamente, causando alarma en los transeúntes y conductores que circulaban por la concurrida avenida.
Según informaron fuentes en el lugar, el fuego se originó en la parte trasera del local, específicamente en el sector del asador. Los empleados del negocio notaron que las brasas encendidas, al entrar en contacto con la grasa de la carne, provocaron las llamas que rápidamente se extendieron hacia la chimenea. A pesar de los intentos del personal por sofocar el incendio, la magnitud del fuego los obligó a solicitar la asistencia de los bomberos.
El cuerpo de Bomberos acudió con rapidez y logró controlar la situación, evitando que las llamas se extendieran y causaran mayores daños. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni víctimas. Sin embargo, el temor entre los vecinos y los conductores que transitaban por la zona era palpable, ya que el fuego generó una densa humareda que redujo la visibilidad y complicó el tránsito.
Debido a la emergencia, efectivos de la Comisaría Tercera y personal de Criminalística llegaron al lugar para realizar los procedimientos de rigor bajo las órdenes de la Fiscalía. El tránsito en la Avenida Belgrano debió ser interrumpido por más de una hora, lo que ocasionó largas colas y un caos vehicular en el sector. Conductores y vecinos vivieron momentos de tensión mientras los bomberos trabajaban para apagar el incendio y evaluar los daños.
Finalmente, tras sofocar el fuego, las autoridades confirmaron que no hubo que lamentar víctimas ni daños estructurales graves. No obstante, el incidente encendió las alarmas en la comunidad, recordando la importancia de la prevención y control de los incendios en comercios de este tipo.
El tránsito fue restablecido en horas de la noche, devolviendo la normalidad a una zona que, por un par de horas, vivió momentos de angustia y confusión.