Franco Colapinto apareció en la portada de la edición especial de Fórmula 1 de la revista Forbes México justo antes del GP de ese país y con el título: «Franco Colapinto: El tiempo es veloz»

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«Mi familia siempre me apoyó mucho hasta que, al final, con casi 14 años, llegó la oportunidad de irme a vivir y correr en Europa. Era mi anhelo. Obviamente, lo tomé con las dos manos y dije que sí. Ahí empezó todo, en Europa», contó el piloto de Williams.

“No pienso en el futuro; Pienso en lo que está pasando ahora, en aprovechar la oportunidad de correr en F1 y, de hecho, estoy intentando hacerlo lo mejor que puedo, lo mejor que tengo… Y luego veremos qué pasa… No estoy preocupado, tengo un gran equipo detrás”.

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«Cada vez tengo más confianza con el auto, con el equipo, me siento muy bien arriba del Williams y de a poco fui entendiendo más el auto, ya que la Fórmula 1 va muy muy rápido y cuesta mucho entender que podés llegar a doblar tan velozmente en una curva, algo que mentalmente es complicado. La verdad que es increíble lo que genera un Fórmula 1. La sensación que le da al piloto, la velocidad es algo único», afirmó.

“Nunca eliges cuándo llegas a la Fórmula 1, y fue un poco loco, pero creo que estoy demostrando que merezco mi lugar en la categoría y eso es lo que intentamos hacer: dejar esa huella en la categoría. que es lo que siempre soñé, que merezco un asiento”.

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Franco Colapinto, su equipo de trabajo y la importancia del psicólogo

«Mi equipo de trabajo es enorme, tengo a María (Catarineu) y Jamie (Campbell-Walter), que trabajan conmigo hace mucho tiempo. Después de mi debut en F4, me empezaron a apoyar a ciegas, me dieron una mano gigante, ayudándome a cumplir mi sueño de llegar a la Fórmula 1. Fue un sueño que teníamos entre los tres, y ahora lo llevamos a cabo. Estamos donde queríamos estar, disfrutando entre los tres, porque es un trabajo en equipo».

«Tener un país atrás es algo muy lindo. La verdad que lo disfruto muchísimo; no siento ni un poco de presión: solamente lo vivo con alegría».

«Siempre trabajé, desde muy chico con mi psicólogo (desde los 12 años). Eso me ayudó a estar listo para una situación tan complicada como saltar a un Fórmula 1 más tarde que a mitad de temporada. Fue una locura. Y haber estado tan firme de la cabeza… fue todo gracias a él, al trabajo que hizo durante tantos años y con la preparación que tuvimos que hacer para llegar a este momento».