Acaba de fallecer Walter Espartaco Antuña, histórico militante del Partido Justicialista de San Juan, ex dirigente deportivo y empleado de la Legislatura Provincial. Quienes lo conocieron de cerca dicen que fue un gran hombre, y muchos lo conocían como «Poli» o su segundo apodo, «El Jefe».

Poli, hijo de un empresario de colectivos, en los ’60 incursióno en la política siendo discípulo del sindicalista y ex diputado nacional Luis «Quito» Martínez. También trabajó junto al ex secretario de la Gobernación Walter Lima, y fue escudero del ex intendente de Caucete Emilio Mendoza.

En el peronismo local era muy respetado. Trabajó muchos años en el partido como organizador de las principales actividades. A la par, en la Legislatura de San Juan ocupó diversos cargos en el bloque PJ, como secretario, director y asesor, y en los últimos años trabajaba como funcionario de planta permanente en la casa de las leyes.

Sus roles dentro de la Cámara de Diputados los ejerció «durante décadas imponiendo su carácter e impronta de jefe, muy querido y odiado por quienes pensaban distinto», contó una de sus cercanas amistades.

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Afiliado desde siempre a su querido Club San Martín junto a su familia, llegó a dirigente de la institución en la que su apellido es célebre. «Fue un padre para sus hijos y todos quienes tuvimos el honor de conocerlo», contó una amiga y compañera de «Poli».

Es padre del reconocido médico sanitarista Walter Antuña. La famosa parrilla sanjuanina Espartaco lleva su nombre. En las redes lo despidieron sentidamente, a la par de las condolencias de peronistas y orreguistas con los que compartía tareas a diario en el ámbito parlamentario, como el vicegobernador Fabián Martín.